La doctora Anna Veiga es toda una autoridad en la investigación de las células madre, labor que desarrolla en el Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB) y en el Hospital Quirón Deixeus. La bióloga vaticina que en dos años podrán verse los primeros tratamientos rigurosos con células pluripotentes inducidas, capaces de curar enfermedades como el parkinson o el alzheimer. La “madre” de la primera niña probeta apuesta por las células madre como solución para numerosas patologías y advierte que “tendremos que reflexionar como sociedad sobre su aplicación en el ámbito reproductivo”. Los tratamientos con células madre se han convertido ya en un gran negocio médico. Veiga denuncia los abusos y pide a las autoridades sanitarias que pongan freno a estas malas prácticas.
¿Qué son las células madre pluripotentes inducidas?
Son células que se fabrican a partir del propio paciente y que tienen la propiedad particular de convertirse en cualquier tipo celular. En laboratorio podemos transformarlas en cualquier célula que nos interese, no solo para hacer terapia, es decir para sustituir células enfermas del paciente, sino también para intentar simular la enfermedad en laboratorio para poder entender qué falla, por qué y sobre todo poder encontrar soluciones.
¿Cuándo pasarán del laboratorio a los primeros tratamientos en pacientes?
La investigación con células madre avanza a un ritmo espectacular. Es posible que en un par de años podamos hablar ya de los primeros tratamientos eficaces.
¿Qué patologías se podrán tratar con las células pluripotentes inducidas?
Trabajamos en retinas, en patologías cardiovasculares, en lesiones medulares. Los primeros resultados son muy alentadores, pero pensar hoy que del laboratorio pasaremos a utilizar masivamente estas células para curar estas patologías sería una exageración. Las indicaciones son claras, estas células están llamadas a curar enfermedades, pero necesitamos un poco más de tiempo.
Se habla de transformar células madre en neuronas para tratar el parkinson o el alzheimer.
Hay un ensayo clínico en marcha sobre parkinson. El alzheimer es otro candidato a tratamiento con células madre pluripotentes inducidas. Las enfermedades degenerativas y especialmente las neurodegenerativas son las primeras candidatas a estos tratamientos.
¿Y en el ámbito reproductivo, su especialidad? ¿Podrán incluso clonarse seres humanos?
Si estas células son capaces de generar cualquier forma celular, son capaces de generar óvulos y espermatozoides. En ratones ya han habido nacimientos. El paso al humano será más complicado. Porque para demostrar que un óvulo o un espermatozoide que has fabricado en laboratorio funciona bien, no solo has de fecundar o dejar que se fecunde, hay que poner el embrión en el útero femenino y comprobar que va bien. Además, tenemos que responder muchas preguntas antes de trasladar esta técnica a los humanos.
Preguntas éticas
Podremos fabricar óvulos, por ejemplo, a partir de una pareja homosexual o de una mujer entrada en la menopausia. Se plantean nuevas situaciones no solo científicas sino también éticas. Tendremos que reflexionar sobre qué quiere la sociedad y cómo se aplica esta nueva técnica.
Ha denunciado reiteradamente la falta de rigor de algunos tratamientos con células madre. ¿Quien debe poner freno a esas prácticas poco rigurosas?
Pues son las autoridades sanitarias las que tienen que poner freno a estas malas prácticas, en las que muchas veces no está probado que estas células sirvan para lo que se dice.
Cite un ejemplo
Para tratar, por ejemplo, degeneración macular. Hay tres mujeres a las que se les inyectaron células procedentes de sus propias liposucciones, células autólogas, por lo tanto no debía haber rechazo. El procedimiento quirúrgico provocó que perdieran la visión. La gran crítica es que detrás de muchas de estas terapias no hay una investigación básica, no se entiende lo que se está haciendo y se están utilizando estas células para indicaciones no justificadas. Y con grupos de pacientes muy vulnerables, que no tienen otra alternativa a su enfermedad que no sea someterse a estas técnicas poco rigurosas.
Las cifras macroeconómicas dicen que salimos de la crisis. ¿Se nota ya en la ciencia?
Algo, pero estamos muy lejos de llegar a unos niveles de financiación suficientes. Seguimos muy por debajo de otros países y, si un país quiere salir adelante no tiene más remedio que subir al carro de la investigación. Nuestros gobernantes deberían tenerlo claro.
Tenemos nuevos gobiernos en Barcelona y en Madrid. ¿Qué les pide a Quim Torra y a Pedro Sánchez?
Que reaccionen. Que entiendan que sin ciencia y sin investigación un país no avanza.