Oyeron gritos los mossos cuando detenían a un sospechoso de robos en domicilios. Fueron al lugar de origen de los chillidos y vieron a un hombre colocado encima de otro. La víctima retenía al ladrón. Hubo aquella madrugada, la del viernes pasado, dos detenidos en la misma operación por un robo nocturno en una casa del Centre. Un tercero fue arrestado horas después en Barcelona.
Caminaban, exhaustos, dos ladrones por el Centre, el viernes de madrugada. Unos mossos trabajaban en un operativo específico de investigación y seguridad ciudadana contra los asaltos en viviendas, pues el cuerpo policial había percibido un incremento de este tipo delictivo entre finales de julio y principios de agosto. Por si fuera poca la alarma social generada por los asaltos domiciliarios, estos robos en repunte eran perpetrados en horario nocturno. Los delincuentes escalaban hasta ventanas o balcones y robaban en las casas mientras sus dueños dormían.
Estaban los mossos, pues, en pleno operativo de vigilancia nocturna cuando observaron a dos tipos caminando por las inmediaciones de la Creu Gran. Parecían cansados y miraban atrás, en tensión. Los mossos se acercaron a ellos y trataron de identificarlos.
Los dos sospechosos, pies para qué os quiero, emprendieron la huida a la carrera mientras arrojaban al suelo una bolsa deportiva.
Los agentes corrieron tras los ladrones y cazaron a uno. Llevaba encima relojes, joyas y teléfonos, todo ello procedente, se presume, de otros robos. El segundo sospechoso huyó.
Pero había un tercero. Lo supieron los policías poco después de oír unos gritos de alerta desde la calle contigua. Fueron hacia allí y vieron a un hombre encima de otro, ambos tirados en el suelo. ¿Qué pasaba allí?. Pronto salieron de dudas. El hombre que estaba encima era la víctima de un robo. El retenido debajo era uno de los malhechores que habían asaltado minutos antes su domicilio. Los había pillado y logró inmovilizar a uno de los tres. Los asaltantes habían entrado en la casa por una ventana.
Aquella noche se saldó con dos detenidos, de 25 y 21 años respectivamente, uno de Túnez y otro de Siria, ambos vecinos de Barcelona, ambos con historiales delictivos abultados en el apartado de delitos contra el patrimonio. La unidad de investigación de los Mossos d’Esquadra en Terrassa investiga su posible implicación en otros seis robos cometidos en viviendas de Terrassa entre el 24 de julio y el 10 de agosto; también los consideran sospechosos de un robo en un vehículo. Las indagaciones policiales desembocaron en la detención, al día siguiente, del tercer ladrón: un joven de 19 años de origen libio, también vecino de Barcelona, y con numerosos antecedentes.
Los tres han ingresado en prisión tras pasar a disposición judicial el 13 de agosto.