Terrassa

Redadas policiales por tráfico de drogas y explotación sexual

El control de lugares donde se llevan a cabo actividades sexuales no se restringe a la vigilancia administrativa. No siempre se cometen delitos allí dentro, pero en muchos casos sí: tráfico de drogas y, sobre todo, explotación sexual por parte de redes de trata de seres humanos. No han sido pocas las redadas policiales desplegadas en Terrassa por esas razones en los últimos años.

En septiembre del 2011, los Mossos d’Esquadra entraron en la vivienda durante un operativo que se efectuó de manera simultánea en otras localidades. Según testigos del aparatoso despliegue, los agentes se llevaron a cinco chicas. La puerta del prostíbulo, que funcionaba como tal desde hacía un par de años, quedó precintada. Al final, dieciocho individuos de origen chino se sentaron en el banquillo. Los cargos: prostitución de menores, favorecimiento de la inmigración ilegal y organización criminal.

Una madama y su encargada fueron condenadas en el 2012 a seis años de prisión por traficar con cocaína en dos casas de citas que controlaban en la calle Transversal y la de Miquel Àngel. Los Mossos d’Esquadra habían entrado en las viviendas en febrero del 2011, pues determinaron que muchos clientes aprovechaban sus visitas a los burdeles para tomar cocaína que presuntamente les facilitaban las dos procesadas. Estas, una paraguaya y otra venezolana, estaban acusadas también de vender coca a otras personas que no necesariamente buscaban sexo. Durante la redada, dos de las chicas que estaban en el piso escaparon por un balcón. No tenían papeles. No fueron detenidas.

Una red
También en el 2012, en diciembre, el Cuerpo Nacional de Policía desmontó en Terrassa, Reus, Salou y Lloret de Mar una supuesta red de trata de personas y prostitución dirigida por brasileños. Hubo dieciséis detenidos, dos de ellos en Terrassa. Aquí se registraron sendas viviendas en una operación que contó con el apoyo de la Policía Municipal. Los investigadores concluyeron que las chicas vivían hacinadas en habitaciones con literas, se quedaban con la mitad del dinero recaudado y no podían ausentarse durante más de una hora.

La Policía Nacional liberó a finales del 2014 a un joven de 20 años, dominicana, obligada a prostituirse en una vivienda de Poble Nou-Zona Esportiva. Su madrastra y su hermanastra la vigilaban con mano de hierro. En diciembre de ese año, la Policía Municipal y el Cuerpo Nacional de Policía registraron un burdel en la calle Ample y otro en la carretera de Montcada.

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