El estudio impulsado por Mútua, la UB y la Euncet ha aplicado medidores sociológicos y de mercadotecnia a la muestra que han permitido clasificar a los deportistas locales en cinco grandes categorías. Se trata de cinco prototipos de usuarios de instalaciones deportivas con características y actitudes bien distintas.
Jóvenes deportistas. Hombres de entre 23 y 24 años que practican ejercicio físico más de tres días y de 300 minutos semanales. Gestionan mal su tiempo y tienen conciencia de ser muy autónomos. Son profesionales, no universitarios y sienten percepción de bienestar.
Adultos esforzados. Hombres y mujeres de 40 años con hijos que de media practican deporte entre 2 y 3 veces a la semana, aunque por debajo de los 150 minutos que recomienda la OMS. Se sienten bien porque creen no tener horas o capacidad física para más. Gestionan mal su tiempo y perciben un nivel de autonomía baja.
Jóvenes cumplidores. Hombres y mujeres mayores de 23 años, sin hijos, profesionales, satisfechos con su calidad de vida y practicantes de deporte de alta intensidad. (entre 150 y 300 minutos a la semana).
Jóvenes recurrentes. Mujeres en torno a los 35 años con hijos. Practican ejercicio de manera moderada. menos de 150 minutos a la semana de pilates, yoga o similar.
Mayores caminantes. Andan 1,5 horas al día y tienen una elevada percepción de calidad de vida. Se sienten autónomos y, a diferencia de los más jóvenes, valoran muy positivamente la repercusión de la actividad deportiva en su estado y aspecto físico.
El proyecto abordará una segunda fase de estudio en otoño. Después de analizar los niveles de ejercicio físico de los deportistas y las diferencias según edad, género, cohabitación, analizará el perfil de los usuarios de centros de atención médica
