Terrassa

El traficante de cocaína acuchillado por un cliente que se sintió engañado

Se las tuvieron porque el comprador, nervioso, enojado, se sintió engañado y acudió a casa del presunto traficante al que supuestamente había adquirido cocaína. Y le reclamó el dinero entregado, y lo persiguió con un cuchillo por la vivienda y terminó asestándole una puñalada que le alcanzó un riñón. El fiscal acusa a los dos: al presunto acuchillador por la agresión y al presunto traficante por un delito contra la salud pública.

Despuntaba el día aquel 11 de febrero, el del año pasado, cuando el comprador se presentó en el domicilio del vendedor, en Terrassa. Eran las 7.30 de la mañana.

El visitante es varón curtido en comisarías y tribunales. Justo siete años antes, en febrero del 2010, un juzgado de lo penal de Terrassa le había impuesto seis meses de prisión por un robo con fuerza y en junio de ese mismo año otro juzgado de lo penal egarense lo condenó a veintiséis meses de prisión por tenencia de armas prohibidas y robo con violencia e intimidación.

Un robo con fuerza en las cosas fue lo que se le atribuyó en otra sentencia firme fechada en noviembre del 2011, con un fallo de doce meses de prisión. La siguiente sentencia, de noviembre del 2016, le impuso dos meses de prisión y doce meses de multa por un delito de robo con fuerza y por conducción sin permiso.

Eran, queda dicho, las 7.30 de la mañana del 11 de febrero del 2017. El acusado se presentó en la vivienda del presunto traficante. Según la fiscal, quería dinero. Pretendía que el otro le devolviese la pasta que él le había pagado por cocaína, no se sabe cuánta.

Y el vendedor dijo que no le daría nada. Se oyeron las voces del otro, el "me has engañado".

Iracundo, resuelto a obtener tal devolución, sacó dos cuchillos. Los blandió ante su oponente. Forcejearon por aquí y por allí, por toda la casa, uno armas blancas en las manos, el otro intentando zafarse del agresor, hasta que el atacante descargó tres cuchilladas mientras espetaba "dónde está el dinero".

Se marchó y se llevó una caja de caudales que halló en el domicilio. Al Ministerio Público no le consta que la caja contuviese dinero, pero sí cocaína: siete papelinas.

Seis llevaban dentro 2,14 gramos netos de coca, con una riqueza del 44 por ciento en sustancia base, y la séptima contenía 0,38 gramos de la misma droga (con una riqueza del 57 por ciento). En la caja había también una bolsa con 2,44 gramos de cocaína (con idéntica riqueza, del 57 por ciento) y otra bolsa con 23,58 gramos netos de sustancia para el corte (para la mezcla): cafeína, fenacetina y lidocaína. La policía confirmó la existencia en la casa de una caja fuerte en la que se guardaban seis telefónos móviles.

El agredido sufrió politraumatismo "y laceración renal con herida penetrante", señala el Ministerio Público. La herida requirió un tratamiento quirúrgico: una cura tópica, colocación de un catéter e instalación de una sonda. El herido adoleció de hemorragias y una diuresis y tardó en curar 47 días, 27 de ellos de ingreso hospitalario.

¿De qué son culpables ambos? Según la fiscal, el agresor cometió un delito de robo con violencia y un delito de lesiones con instrumento peligroso. Y el agredido, un delito contra la salud pública.

El comprador defraudado se enfrenta a una petición de siete años de prisión por el robo y de cinco años más por las lesiones. Y el Ministerio Fiscal reclama para la víctima seis años de cárcel y el pago de una multa de 300 euros. La Audiencia Provincial ha señalado el juicio para mañana jueves.

LA INDEMNIZACIÓN

24.500 euros

La fiscal indica que el agresor debe pagar 24.500 euros a la víctima a modo de indemnización por las lesiones y las secuelas

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