La Oficina Antifrau de Catalunya, las ciudades de Barcelona y Sant Cugat ya la tienen activa, y el grupo municipal de Terrassa en Comú quiere que la ciudad se sume también a la medida antifraude.
La formación propone al ejecutivo municipal que impulse la creación de una Bustia Ètica i de Bon Govern, una herramienta que permita a la ciudadanía, las entidades y las empresas denunciar "conductas incorrectas o conflictos de intereses" y hacerlo con todas las garantías. Para ello, proponen que se recurra a programas de código abierto y software libre como los que utiliza el buzón Xnet.
"El objetivo es recuperar y consolidar la confianza de las personas en las instituciones", comenta Òscar Monterde. Los programas de código abierto, recuerda, "garantizan la trazabilidad de la denuncia, la seguridad de la información y el anonimato. Es importante proteger al alertador porque es una figura básica en la lucha contra la corrupción".
En Terrassa, TeC sugiere que la gestión de la Bústia Ètica corra a cargo de una institución independiente como la Síndicatura de Greuges. La sindica Isabel Marquès estaría de acuerdo, pero solicita dotación para afrontar el nuevo encargo, condición que TeC ha incorporado a su propuesta de resolución.
"Nos parecía importante optar por un modelo externo al Ayuntamiento, sacar la parte interesada del proceso de verificación. La síndica podrá actuar de oficio, archivar o dar traslado a la Fiscalía si lo considera".
La Comisión Europea tiene apunto ya el borrador del buzón ético contra la corrupción, que pasará a ser de implantación obligatoria. "Será el aval jurídico para la denuncia anónima -comenta Quim Guitart, de TeC-. creemos que Terrassa debe adelantarse a la obligatoriedad. El objetivo sería que la herramienta entrara en funcionamiento en la ciudad durante 2018".