El Gobierno municipal de Terrassa presentará en el pleno municipal de este mes de julio una propuesta para mantener las tarifas del agua actuales, cuando la gestión de este servicio sea pública. Para cuando entre en funcionamiento la Entitat Pública Empresarial Local Terrassa Cicle de l’Aigua (EPEL) y el cambio al modelo de gestión pública sea una realidad, algo que está previsto para el próximo 10 de diciembre de este año, se pretende establecer una ordenanza que regule las tarifas y que se presentará en el mencionado pleno.
En rueda de prensa ofrecida por el primer teniente de alcalde del Área de Cultura Innovación y proyección de la ciudad, Amadeu Aguado, se explicó que la propuesta, en cuanto a la ordenanza, tiene la intención de mantener el mismo cuadro de cuotas que el año 2014, con el reto de conseguir que se garantice el mismo nivel de ingresos necesarios para una óptima prestación de los servicios. Además, se quiere que el cambio de titularidad empiece su andadura sin ningún tipo de cambio repentino y que afecte a los usuarios.
Tránsito garantizado
En este sentido, Aguado manifestó que, de esta forma, se garantiza "un transito entre las dos gestoras sin impacto para las personas usuarias y además garantizando la sostenibilidad económica de la EPEL". De la misma manera que se efectuará con el cuadro de cuotas de este servicio, el propósito es mantener la bonificación que se denomina como "cuota social", que está destinada a familias "vulnerables" y que están afectadas por estar por debajo de cierto umbral de ingresos, con la misma fórmula que la que fue aprobada en su día, concretamente en el año 2013, por parte del consistorio egarense.
Esta ordenanza que presentará el gobierno municipal, quiere establecer un régimen de transitoriedad que evite que los abonados actuales tengan la obligatoriedad de realizar trámites con EPEL para seguir gozando del servicio como hasta ahora. Los contratos establecidos en la actualidad y los sistemas de pago de los recibos, tendrán su continuidad para evitar engorrosos trámites para unos usuarios que mantendrán las mismas condiciones de servicio.
"No será necesario que los abonados actuales hagan ningun trámite para continuar recibiendo el servicio, dando continuidad a los contratos actuales y a los sistemas de pago", aseguró Aguado. El teniente de alcalde, agregó que "tanto el Ayuntamiento como la empresa Terrassa Cicle de l’Aigua EPEL siguen realizando los trámites para un traspaso ordenado y sin incidencias".
En referencia a esto, el consistorio terrassense, en los últimos meses, ha estado agilizando toda una serie de tareas para acotar las necesidades que serán perentorias para poner en funcionamiento la nueva empresa de gestión pública del agua, como es el caso de los locales, las subrogaciones de contratos del personal, la informática de gestión y administración, la imagen y comunicación, las herramientas, los estocs y los contratos con terceros, entre otras actuaciones.
Según el estudio de costes que acompañará a las tarifas, el gasto de la gestión del servicio del abastecimiento de Terrassa que prestará EPEL será de 15.556.963,12 euros que, sumados al casi millón de euros de los costes indirectos que tiene el Ayuntamiento, eleva la cifra a los 16.501.270,03 euros.
Cubrir los gastos
Para cubrir esta serie de gastos, las tarifas disponen los precios del consumo del agua de los diferentes tipos de usuarios, como los particulares, comerciales, industriales y de la administración, pero también los precios por conexión, servicio de incendios y trámites burocráticos, entre otros.
De este modo, los ingresos del servicio alcanzarán la cifra de 15.803.843,03 euros anuales, lo que supone un importe que permite sufragar los gastos de gestión del servicio que prestará EPEL, pero que, por otro lado, no cubre todos los costos indirectos antes mencionados por parte del consistorio.
En las valoraciones del estudio que se ha realizado, no se han tenido en cuenta los costes correspondientes al servicio del agua que se suministrará a las poblaciones de Matadepera, Viladecavalls y Ullasatrell, que se compensarán posteriormente con los ingresos que emanarán de la venta de este elemento, que se efectuará a los ayuntamientos correspondientes de cada localidad.
Terrassa Cicle de l’Aigua, en definitiva, tiene un objetivo marcado, el de concluir los trabajos para tener a punto el nuevo servicio y que el traspaso sea ordenado, y que los cambios no tengan ningún efecto ni supongan incidencias.