El croar de las ranas resuena mientras patos y pollas de agua picotean las aguas fétidas y una ligera brisa mece las ramas de arbustos. No es la descripción de una marisma lejana. Es la estampa diaria del trasvase de la riera del Palau a su paso por La Cogullada, de sus aguas estancas, de su hediondez estival cuando transcurren muchos días sin llover. El Ayuntamiento afirma que actuará de urgencia para acabar con este problema largamente denunciado por vecinos de la zona: llevará sedimentos de otro tramo de la misma riera para colocarlos allí, en La Cogullada.
Será esta una actuación provisional, pues la solución definitiva pasa por pavimentar el lecho de la riera en ese sector, como lo está hasta justo esa zona. Endurecer el suelo hará que el agua corra, como corre antes de llegar allí. La intervención, sin embargo, no se llevará a cabo este verano, por lo que el vecindario quejoso se verá obligado a aguantar un estío más, y van unos cuantos, la convivencia con las aguas estancadas y las molestias que conllevan. El Consistorio espera realizar la obra, eso sí, antes de que acabe el 2018.
"Somos conscientes del problema", asegura Marc Armengol, teniente de alcalde de Territorio y Sostenibilidad. El problema es el estancamiento de las aguas pluviales en la riera desde la intersección de la avenida de Joaquim de Sagrera con la calle de las Navas de Tolosa. En ese punto finaliza la parte hormigonada de la riera del Palau y principia la parte salvaje, selvática, de aguas quietas y verdeantes, de los patos, las ranas, los mosquitos y demás fauna mezclada con residuos mil, desde una miríada de toallitas y papeles hasta carros de la compra y colchones.
La Agència Catalana de l’Aigua (ACA) dejó de pavimentar la riera en el año 2000, recuerda Armengol. Lo necesario y determinante es, pues, hormigonar el trayecto, a partir de la calle de las Navas de Tolosa, pero eso llegará más adelante. El Ayuntamiento ha redactado ya un anteproyecto para dar continuidad a las pavimentaciones del lecho emprendidas años ha por el ACA, pero no hay dinero para esa obra. Empero, el gobierno local tiene la esperanza de ejecutarla en pocos años. Yendo rápido, en tres.
Urbanización
El presupuesto aproximado, inicial, es de 550.000 euros para un proyecto de urbanización hasta la carretera de Rubí que se desarrollará en tres fases. "Nos falta financiación", admite el teniente de alcalde sobre unas carencias también pendientes de los contenciosos perennes con el ACA sobre el mantenimiento de las rieras. Aun así, entre el Consistorio y la agencia catalana hay suscrito un convenio para afrontar algunas actuaciones asumiendo la mitad cada administración. Y en septiembre el Ayuntamiento tiene previsto reunirse con la Generalitat para abordar más intervenciones.
A falta, entonces, de la resolución definitiva en forma de obra de mayor envergadura, la acción que se impone es la interina: la administración municipal llevará (lo dicho, espera que antes de que acabe el año) sedimentos de otro tramo al tramo de La Cogullada. Se prevé retirar áridos de la zona de la riera del Palau más cercana a la avenida del Abat Marcet y transportar la mitad de esos sedimentos al ámbito de La Cogullada, para "darle pendiente y acabar con las concavidades", resalta Marc Armengol.