Terrassa

Els Amics de les Arts, hits y “swish swish”

Más de diez años han pasado desde que Els Amics de les Arts vinieran a poner su grano de arena, con el CD "Cabaret Castafiore", a la cada vez menos previsible escena del pop y el rock en catalán. Su gran sentido del humor, su energía, se han transformado con el paso de los años en seriedad y consistencia. Así lo demostraron cumpliendo su papel como banda inaugural de la programación musical de Festa Major, el pasado viernes.

El público fue apareciendo con lentitud en el Parc dels Catalans, llenándose paulatinamente y presentando una muy buena asistencia para ver y escuchar a estos cuatro agitadores de la escena, que comparten protagonismo colaborando en la composición de los temas, participando en su ejecución instrumental y alternándose como vocalistas, sin repetir necesariamente esquemas.

Los teclados y el inalienable peso del sintetizador mantienen el protagonismo en el repaso que de su repertorio más emblemático hizo la banda en su visita a Terrassa.

"Monsieur Costeau" marcó el inicio de su actuación, con su pop chispeante y con la banda calentándose… Todos lo hicieron de pie menos Ferran Piqué, que tuvo que estar sentado casi toda la actuación convaleciente de un esguince de tobillo que se hizo jugando a fútbol sala. Pese al accidente imprevisto, hacia el final del bolo se atrevió a ponerse de pie y bailar el "swish swish", ese baile de moda al que sobre todo se apuntan jóvenes y pequeños, poniendo sus brazos rectos y oscilando en paralelo delante y detrás de las caderas, mientras estas se mueven al compás. Nada fácil, desde luego.

Junto a los también titulares de la banda (Joan Enric Barceló, Eduard Costa y Dani Alegret) y la base rítmica de directo integrada por Pol Cruells (bajo) y Ramon Aragall (batería), su repertorio fue "in crescendo" alternándose los temas de su nuevo disco, "Un estrany poder", con algunos de sus grandes éxitos.

Gancho y evocación
"L’home que dobla en Bruce Willis", "L’affaire Sofia", "Louisiana o els camps de cotó", "Ja no ens passa", "Apologia de la ingenuïtat", "Jean Luc" o "Ciència ficció" funcionaron a la vez como gancho y como evocación, y a veces como himno; grupos enteros de amigas y amigos corearon las canciones más conocidas del grupo, en franca hermandad; algo lejos del primer concierto que la banda ofreció en Terrassa, hace diez años, en la sala La Clave. Aquel concierto contó con la presencia de menos de diez personas; una de ellas, según aseguró Eduard Costa, fue Pol Cruells, que tras la "hazaña" se ha ganado el puesto de bajista de la banda.

Con su aportación enriquece el sonido de un grupo que fue capaz de improvisar, de la mano de Dani Alegret, una canción llamada "Iboprufè", con la complicidad de la audiencia. El juego de luces, y los hexágonos luminosos que permitieron vestir un poco el escenario y restarle austeridad, matizaron una puesta en escena adrenalítica y cómplice. Y además con este directo la banda revalidó su madurez artística y marcó distancias con sus pocos halagüeños inicios en Terrassa, años ha.

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