Siete ediciones van ya del Espai Vapor, un espacio con entidad propia dentro de la Festa Major de Terrassa que ha logrado consolidarse plenamente en base a una programación de calidad, con la mirada puesta en las escenas local e independiente.
Una vez demostrada ampliamente la fiabilidad de sus programadores -la asociación musical Indirecte-, lo que más ha costado ha sido consolidar unas cifras de asistencia más homogéneas. Si bien la audiencia ha ido en aumento, lo cierto es que los conciertos estelares y las sesiones de DJ siguen llevándose la palma en lo que a acogida se refiere, salvo honrosas excepciones.
En esta ocasión las cifras globales de asistencia han dejado satisfecha a la organización, tal como adelanta su eventual portavoz, Toni Ramon. Esta propuesta, que podría alcanzar la categoría de festival gratuito, ha encontrado el equilibrio en la convivencia entre propuestas de mayor gancho con otras menos conocidas, ofreciendo la oportunidad a los más melómanos de descubrir a nuevas bandas avaladas por su calidad. Este año ha sido el caso de propuestas como The Black Sheep Explosion, Últim Cavall o Agoraphobia, que han demostrado su solvencia frente a los directos de bandas de la categoría de los sevillanos Pony Bravo o los madrileños Los Punsetes. De esta última banda ya ni asombró que Ariadna, su cantante, no se moviera ni un ápice.
Oportunidad
La audiencia también valoró positivamente la inclusión en el programa de dos de los discjockeys referentes del indie, Amable y Coco, que hicieron bailar a la audiencia hasta las cinco de la madrugada incorporando los visuales de Gnomalab. El último día, en el que habitualmente se nota la retirada de la gente antes (al ser laborable fuera de Terrassa), DJ Surda logró también mantener la atención hasta las cinco.
Otros momentos álgidos del Vapor de este año se han vivido con la presentación del nuevo disco de una de las propuestas para público familiar más brillantes dentro de la escena catalana, The Pinker Tones (que esta vez han llevado a Rolf y Flor al Amazonas), y la presentación en primicia del videoclip de Bounties (banda egarense que llegó de la mano de la Casa de la Música.) Su concierto fue uno de los más concurridos y la actuación se convirtió en una fiesta total, y además sirvió para promocionar el festival Tam y el trabajo del colectivo El Corralito, visibilizando la cooperación de las entidades.
Bounties fue el grupo ganador de la beca TAM! y es, además, grupo incubadora de la Casa de la Música de Terrassa. El vídeo que han presentado se grabó en un stage de producción de tres sesiones con Abel Coll, como director escénico, dentro del Programa de Apoyo a la Creación 2018 de las Cases de la Música.
La escena alternativa también estuvo representada con la presencia de los grupos de punk rock Side Chick y Violets.
Por lo demás, Toni Ramon destaca el haber conseguido mejorar notablemente las condiciones de sonido de un espacio que ya se ha ganado la categoría de emblemático dentro de Festa Major.