Un transporte especial llegó ayer a Terrassa con férrea custodia uniformada. Arribaron furgones y más furgones de la Unidad de Intervención Policial (UIP) a los que esperaban los Mossos d’Esquadra en las inmediaciones del que era su destino, el Palacio de Justicia de la Rambleta del Pare Alegre. El miércoles habían llegado otros policías en recio dispositivo. Custodiaban a decenas de detenidos en la macrooperación del martes contra la mafia armenia. Fuentes judiciales apuntaron ayer que en Terrassa se aguardaba a unos cincuenta arrestados. ¿Por qué declararon en Terrassa? Porque un juzgado egarense ha llevado a cabo la investigación, pues esta nació de los asesinatos a tiros de dos georgianos en enero del 2016 en Roc Blanc.
Algunos arrestados, diecisiete según las mismas fuentes, ya pasaron a disposición del juzgado de instrucción número 2 de Terrassa el miércoles por la mañana. Ayer, en diversas tandas, fueron transportados hasta el Palacio de Justicia unos veinte más. Es muy probable que el largo desfile en salas de vista de los Juzgados continúe hoy. El magistrado debe citar y tomar declaración a cada uno de los detenidos por su presunta implicación en la retahíla de delitos de que se acusa a los supuestos miembros de la trama, considerada una organización criminal de múltiples tentáculos delictivos asentada en todos los países de Europa.
Por eso agentes de Interpol y Europol estuvieron presentes el martes en la vasta redada, desarrollada en localidades de Barcelona, Valencia, Alicante, Madrid y Albacete por equipos conjuntos del Cuerpo Nacional de Policía y los Mossos d’Esquadra. Se realizaron 73 registros en inmuebles y se detuvo a más de cien personas. Las primeras informaciones difundidas el mismo martes hablaron de 142 personas arrestadas. Ayer, fuentes del Cuerpo Nacional de Policía indicaron a este diario que la cifra de detenidos fue de 116. El resto, hasta 142, habían sido apresados en la primera fase del operativo, desplegada a finales del 2017.
De esos 116 detenidos, 32 lo fueron en Catalunya (sobre todo en Barcelona, Badalona y Santa Coloma de Gramenet). Diecisiete de ese grupo de 32 pasó a disposición judicial el miércoles en Terrassa. El resto había salido en libertad con cargos de las comisarías, sin llegar a sede judicial, de momento. A los otros implicados trasladados a Terrassa ayer los detuvieron los investigadores en poblaciones de otras zonas de España: en Valencia, en Alicante, en Albacete.
Por la autopista se observó a media mañana una caravana integrada por tres furgones de la Unidad de Intervención Policial (UIP) del Cuerpo Nacional de Policía y dos unidades celulares. Unos se dirigieron directamente a la Rambleta del Pare Alegre. Otros, a dependencias policiales de La Verneda, en Barcelona, a aguardar su turno para el traslado a Terrassa. Aquí esperaban al séquito agentes del Àrea Regional de Recursos Operatius (Arro) apostados a las puertas de los Juzgados. Un furgón de esta unidad de los mossos estaba escionado junto a la puerta del edificio judicial, corroborando el despliegue de un insólito dispositivo justificado por la gran cantidad de detenidos y sus especiales características.
Numerosos delitos
El juzgado de instrucción 2 de nuestro partido judicial ha dirigido las operaciones, culminación de un trabajo de indagación farragoso iniciado en enero del 2016, cuando dos ciudadanos georgianos (uno de 31 años, otro de 46) fueron abatidos a tiros en un piso de la calle de Nápols, en Roc Blanc. Los indicios parecían claros: aquello había sido un ajuste de cuentas entre facciones rivales de una mafia ruso-georgiana. Tres individuos que estaban en la escena del doble crimen escaparon por una ventana, pero los mossos los detuvieron poco después por su presunta implicación en los asesinatos. Uno, el morador de la vivienda donde se desató el tiroteo, acabó en prisión como presunto colaborador.
Las pesquisas nacidas del crimen condujeron a la Policía Nacional y los mossos, en investigación conjunta, a una mafia armenia emparentada con la georgiana. La Fiscalía acusa a los detenidos de una ristra de delitos, incluidos corrupción entre particulares (en juegos de azar), narcotráfico, robo, contrabando, extorsión, amenazas, coacciones, tenencia ilícita de armas y tentativa de asesinato.