Hemos querido indagar cuál es el legado posmodernista de Lluís Muncunill, que también es bastante invisible y que corresponde a la última etapa de su producción y en la que regresa de nuevo a un estilo más discreto y sobrio.
Destacamos de este final de ruta "La Gota de Llet" en la calle de la Unió, 36-38 porque es el principal edificio póstumo de Muncunill. Lo proyectó sobre plano en 1930 y falleció un año más tarde, un 15 de abril de 1931, y ya no pudo hacerse cargo de la dirección de las obras.
Concibió el edificio para Llar d’infants y maternidad, de aquí que en su día se le conoció popularmente como "La gota de llet".
Está formado por planta baja y dos pisos. Destaca del mismo su forma cóncava y adaptado al trazado de la calle de la Unió, y el predomino de sus líneas horizontales. El inmueble que había albergado juzgados y comisaría de la polícia, fue rescatado por el Ayuntamiento en 1985 para resituar el antiguo Institut Municipal de la Salut i Qualitat de Vida (IMSAV). También se le atribuye hacia ese año, 1930, la "Bona Guarda" que correspondería a la "Llar d’infants" Verge de Núria.
Polifacético
Aprovechamos este fin de periodo profesional para significar, a modo de collage, otras realizaciones de Muncunill de diferentes épocas, también poco conocidas, pero que constatan su inquietud y versatilidad. Nos referimos, por ejemplo, al muro de piedra de Vallparadís. Se trata de una obra de pared de contención, situada en el Parc de Vallparadís, a la altura de la calle de Salmeron, y venerable porque fue realizada con las piedras de la antigua ermita Sant Jaume que había en el lugar y que fue derribada para construir la Torre Soteras. Es un muro, que data de 1909, de clara inspiración modernista y gaudiniana al tener una forma sinuosa en todo su recorrido y la incorporación de arcos ciegos, así como un voladizo que funciona como mirador sobre el parque.
A pocos metros de este muro, tenemos la bella vista del conjunto monumental de la Seu d’Ègara. El arquitecto y profesor (dio clases en la antigua Escola Industrial), siempre interesado por el arte y la arqueología, colaboró en proyectos de restauración de la Seu d’Ègara. Fue hacia 1895, cuando se llevaron a cabo algunas intervenciones bajo la dirección del arquitecto diocesano Francisco de Paula Villar Carmona. Se ha escrito que Muncunill descubrió el mosaico de la primitiva basílica del siglo IV en el antiguo cementerio, situado frente la iglesia de Santa Maria y del muro retablo de Sant Pere de Terrassa. En el legado con más historia que atesora Terrassa también se le atribuye el coronamiento de la Torre de la Palau aunque no hay documentos que lo confirmen. Muncunill hizo sus incursiones en el diseño e interiorismo. Quedan como testimonio un conjunto de bancos y vitrinas de noble madera y aire modernista en el vestíbulo de la Masia Freixa.
Restauración
Este mobiliario fue restaurado en 2006 por Marta Riu. Y finalizamos este mosaico, este "trencadís", en términos modernistas, con un anhelo que no vio cumplido, el de traspasar fronteras más allá de Terrassa y comarca (tiene obra en Rubí, Ullastrell, Matadepera, Vildecavalls y Montserrat) a la Barcelona cosmopolita. Muncunill se presentó, en 1914, al concurso para el edificio central de la sede de Correos y Telégrafos en Barcelona, en la Via Laietana. Trabajó intensamente pero no lo ganó y perdió la oportunidad de construir lo que debía ser para él su obra más ambiciosa. El jurado falló a favor de Josep Godoy Casals y Jaume Torres Grau, cuya sede es la que existe en la actualidad.
FUENTES CONSULTADAS
Bibliografía: "Lluís Muncunill, arquitecte", de Mireia Freixa/ "Terrassa, patrimoni industrial"/ "Les Esglèsies de Sant Pere de Terrassa", de Domènec Ferran/ "Masies de Terrassa", de Esteve Canyameres/ diario "El Dia" (16 de abril de 1931)
Agradecimientos: Rafael Aróztegui, Rafel Comes, Carles Escudé Muncunill, Domènec Ferran, Mireia Freixa, Àngels Muncunill Ribas, Mercè Parellada Roig y Marta Riu
