El sector de la Formación Profesional (FP) de Terrassa vivió el miércoles por la tarde su gran día con la entrega de los Premis dels Nous Professionals, un certamen que reconoce los mejores proyectos de emprenduría que realizan los alumnos de Terrassa y de la provincia de Barcelona.
La gala, que se celebró en la sala Cúpula de la Cecot, fue especialmente generosa para con los estudiantes y centros de la ciudad, ya que resultaron premiados cuatro trabajos. El palmares está liderado por el Institut Cavall Bernat, que ha hecho doblete. Alba Garcia, estudiante del ciclo de Hostelería, obtuvo el primer premio en la categoría de FP superior con "3 pams", un proyecto centrado en un obrador de pan y gestionado por una cooperativa.
La autora recibió el premio (valorado en ochocientos euros y patrocinado por Cirsa) de manos de la amplia representación institucional que presidió el acto, encabezada por el alcalde de Terrassa, Alfredo Vega; el conseller de Treball, Afers Socials i Famílies, Chakir El Homrani, y el presidente de la patronal Cecot, Antoni Abad.
Más galardones
No fue la única que subió al pódium. Alba Martínez Flix y Paula Trigueros Berlanga, del ciclo de Turismo y también del INS Cavall Bernat, se llevaron el tercer premio en la misma categoría por el proyecto "Gymkama "Travel", una agencia de viajes especializada en organizar rutas un tanto aventureras, ya que los participantes deben salvar obstáculos para seguir su itinerario de visitas.
Asimismo, Sancha Bosoka y Hala Triki, estudiantes del ciclo de Atención a la Dependencia en el INS Montserrat Roig, consiguieron el segundo premio con su proyecto "Centre de bon viure". Las dos, con deficiencias de audición, explicaron a través de una intérprete, que es una residencia para personas con su misma discapacidad. Como novedad, el servicio incorpora voluntarios y estos reciben alojamiento y comida a cambio de las tareas que puedan desarrollar.
El palmares para Terrassa se completa con una mención al proyecto "Cuina Pompidor", realizado por un grupo de alumnos de la Escola Municipal d’Art i Disseny. Son Albert Bistué Mas, Alex Puntí Álvarez, Mireia Amat Pérez, Laura Carrasco Corominas, Mireia Montoya Guerrero, Eva Viciana Sánchez, Carlos Alejandro Seriña Flores, Rita Martín Navarro, Xènia Maria Bordón Marrero y Mireia Casas Marín.
La "Cuina Pompidor" es una recreación de una cocina de principios del siglo XX y se exhibió en la pasada Fira Modernista, en concreto estaba instalada en el Raval, junto al Mercat de la Independència. En el turno de parlamentos, el conseller de treball, Afers Socials i Família, que debutaba por primera vez en este acto, destacó que "la FP es clave para la formación de muchos alumnos y para el tejido productivo del país" y se felicitó porque la mayoría de proyectos galardonados tengan "iniciativa social, un hecho que demuestra que los jóvenes están preocupados por el bienestar y la sostenibilidad". Por su parte, el presidente de Cecot, Antoni Abad, remarcó "su apuesta por la FP porque las empresas la necesitan" y aconsejó a los estudiantes que "es importante la aptitud, los conocimientos, pero también la actitud con se afrontar las nuevas responsabilidades. Una actitud que debe ser el de buena persona", indicó.
Clausura
La clausura correspondió al alcalde de Terrassa, Alfredo Vega, quien reclamó "buenas políticas de educación para que todos los jóvenes tengan igualdad de oportunidades y medidas para fomentar la creación de empleo" que calificó de "prioridad". Vega, aprovechó la presencia del nuevo conseller, para manifestar que "necesitamos gobiernos que gobiernen con independencia de las ideas de cada uno y que lo haga con seriedad, rigor, y sumando voluntades, valores que reúnen estos premios de FP". La gala finalizó con la clásica foto de familia de premiados y autoridades y con un piscolabis. En esta 13º edición de los Nous Professionals, conducida por el periodista David Marcet, de Canal Terrassa, se presentaron 91 trabajos de 26 centros de catorce municipios. El acto estuvo marcado por estrenos, el del alcalde y el del nuevo conseller y también del lugar, la sala Cúpula de la Cecot. El espacio, sin embargo, constató que no tiene buena acústica y que no llegó con claridad lo que se comunicaba.