Terrassa

“La innovación en el textil no debe ser por cantidad, sino por calidad”

El profesor e investigador del campus de la UPC, Enric Carrera Gallissà, ha asumido este curso la dirección del Institut d’Investigació i Cooperació Tèxtil (Intexter), un centro de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) con sede en Terrassa y con más de cincuenta años dedicado al análisis, la investigación y transferencia de tecnología del sector textil. Carrera se ha propuesto mantener el liderazgo del instituto, reforzar el vínculo empresarial frente a las administraciones y “vender” a las empresas que el principal reto no está en la cantidad sino en la calidad y en el reciclaje.

¿Por qué se presentó a la dirección de Intexter de la UPC?
En mi caso particular se ha producido una coincidencia de disponibilidad, responsabilidad institucional, ilusión y la experiencia en gestión. Si hay un hilo conductor en mi trayectoria, es la implicación con retos colectivos transformadores.

¿Cómo presentaría el instituto de investigación tan arraigado al campus de la UPC y a la ciudad?
Somos un centro universitario de investigación y de transferencia de tecnología con 54 años de experiencia en el sector textil. En Catalunya y el resto del Estado somos pioneros en I+D del sector textil y llevamos trabajando más de medio siglo para mejorar la competitividad de las empresas, ayudándolas a afrontar los desafíos tecnológicos y de sostenibilidad que el siglo XXI plantea.

¿Cuáles son los puntos fuertes de sus laboratorios de investigación?
Nuestras fortalezas son tanto el capital humano como el material. Tenemos personas con una alta preparación y unos laboratorios equipados con tecnologías de última generación. Nuestro entorno académico, con la Escola d’Enginyeia Industrial, Aeroespacial i Audiovisual (Eseiaat) en el campus de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) que nos acoge, es ideal para abordar desde un enfoque transversal la investigación que necesita el sector textil. Uno de los retos que tenemos por delante en los próximos años será aumentar nuestra masa crítica para facilitar la captación de recursos y mejorar nuestra competitividad a la hora de conseguir grandes proyectos de I+D.

¿Puede enumerar algunos proyectos relevantes en marcha?
Uno de ellos es “Morfeos. I Size You”, (lo dimos a conocer a la prensa). Es una aplicación para móvil que a partir de una foto frontal y lateral de nuestro cuerpo permite calcular con total precisión la talla de las prendas. Ello permite eliminar las devoluciones de prendas vendidas por internet debido a una mala selección de la talla. También está “ECUVal”, relativo a un sistema de depuración electroquímica de las aguas del proceso de tintura que permite eliminar la contaminación y reutilizar el agua nuevamente en posteriores tratamientos. En el campo sanitario hemos participado en la creación de la “spin-off” Cebiotex, dedicada a la obtención de membranas formadas por nanofibras que actúan como sistema de liberación de principios activos para el tratamiento del cáncer. Son algunos ejemplos de nuestra labor.

Después de tomar posesión, subrayó que quiere fortalecer la alianza con el sector textil.
No siempre las prioridades en la financiación pública de la investigación coinciden con las necesidades particulares del sector textil. Por eso tenemos que fortalecer nuestra relación con este sector industrial para ir de la mano juntos y conseguir que estas necesidades queden reflejadas de forma explícita en las convocatorias de programas de investigación. Nuestra capacidad transformadora del sector textil no vendrá dada por la cantidad de nuestra actividad sino por su calidad. No hay acción más perturbadora, e incluso diría revolucionaria, que una investigación de calidad.

También expresó que uno de los retos del sector textil no es tanto tecnológico sino sostenible.
Efectivamente, el principal reto del sector textil no es tecnológico sino de sostenibilidad. El negocio textil se basa en fabricar y vender la mayor cantidad posible de productos textiles manufacturados de corta vida útil con el fin de crear la necesidad de comprar otros nuevos. La moda es el paradigma de la obsolescencia planificada y percibida, pero en un mundo finito, el crecimiento del consumo de recursos no puede ser infinito. Es necesario un cambio de paradigma, que pasa por la ecoeficiencia, la economía circular y una creciente estrategia de negocio basada más en el servicio y no tanto en la venta de producto.

¿Puede citar algún ejemplo?
En casa, por ejemplo, no necesitamos una lavadora, lo que necesitamos en realidad es ropa limpia. En el futuro, las empresas de automoción no venderán coches sino servicios de movilidad. Hay empresas de moquetas textiles cuyo negocio no consiste en la venta de este material sino en un servicio de “renting” que te garantiza la renovación periódica del producto. La empresa reaprovecha el material usado para obtener nuevas moquetas cerrando el ciclo de la materia. Esta estrategia contribuye a la desmaterialización y descarbonización de la economía.

¿Esta línea de trabajo, la sostenibilidad, es la que piden las empresas?
Lamentablemente, aún estamos en la etapa de abordar únicamente la dimensión ambiental de la sostenibilidad para cumplir con la legislación vigente y evitar sanciones. Lo que condiciona principalmente a las empresas son las exigencias normativas. 

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