El cambio de gobierno, en este caso el de la Generalitat, conlleva como casi siempre nombramientos en cargos de confianza. Desde este jueves, Jesús Viñas Cirera (1960) es el nuevo director de Serveis Territorials d´Ensenyament en la comarca sustituyendo a Carme Vigués
¿Por qué ha aceptado la nueva responsabilidad?
He considerado que podía aportar mi experiencia sobre el territorio. Yo trabajo como inspector de educación en Serveis Territorials d´Ensenyament del Vallès Occidental desde hace casi treinta años, salvo un periodo de cinco que me ocupé de la subdirección general de la inspección educativa de Catalunya.
¿Este conocimiento sobre el territorio le da confianza?
Conozco muy bien la comarca y he estado siempre muy cerca de los directores de centros. Es una responsabilidad importante y un reto difícil pero estoy familiarizado.
Hace tiempo que los directores tienen que batallar con menos recursos y aulas más llenas
La educación siempre está en proceso de cambios. Hay demandas sociales y de los centros que aparecen porque todo se mueve y hay que modificar o ajustar las reglas de juego. En el terreno académico, todo el mundo ve claro que hay que cambiar la forma de enseñar y que hay que trabajar por competencias. Pero la gran suerte es que tenemos unos profesionales muy entregados, comprometidos, vocacionales, aunque esto no quita que haya momentos complejos y agobiantes. Y este cambio de paradigma ha coincidido con la crisis, con una disminución de recursos. La voluntad del nuevo Govern y del nuevo conseller d´Ensenyament, Josep Bargalló, es revertir estos recortes y lograr una estabilidad. El segundo tema es más social. El alumnado ha cambiado, es muy diverso, hay mucha inmigración en las aulas. Los centros han tenido que afrontar esta inclusión y cohesión social y lo han hecho con mucho esfuerzo.
Precisamente, colectivos educativos, como la Federació d´Associacions de Pares d´Alumnes de catalunya (Fapac) hacen un llamamiento para revertir la segregación escolar. Y lo hicieron ayer desde Terrassa, la ciudad que encabeza el mayor número de aulas con alumnado inmigrante.
Es una situación muy compleja pero como dice el poeta Martí i Pol, ´todo está por hacer y todo es posible´. Es un problema importante y hay que abordarlo.
Ensenyament gestiona todo el proceso de admisión y adjudicación de plazas. ¿Qué medidas sugiere?
Hay medidas a largo y corto plazo. A largo plazo está el cambio de zonificación escolar. Hay que hacer un nuevo mapa y aprobarlo con el máximo consenso. También hay que revisar las adscripciones de centros de infantil y primaria a secundaria. Aquí no vale el discurso de que la red pública acoge inmigración y la concertada, no. Hay una doble red pero dentro de cada una hay una tercera; o sea centros públicos y concertados que sostienen más alumnado inmigrante que otros de su categoría. No se puede simplicar en pública y concertada.
¿Y a corto plazo?
Dedicar más recursos a los centros de alta complejidad, tanto a nivel profesional como económico. El mes de julio habrá una reunión para intercambiar propuestas.
Usted asume el cargo en un momento que se está cerrando el proceso de preinscripción y matriculación. ¿Puede avanzar cómo ha ido en Terrassa?
Estamos encajando la oferta y la demanda y, como es habitual, habrá que resolver algunos temas puntuales porque hay centros que tienen más demanda de la que pueden absorber. En P3 ha ido bastante bien porque la natalidad ha bajado. En primaria seguimos teniendo centros muy llenos en grupos intermedios y muchas peticiones de escolarización y de cambio de centro. Al menos, hay unas setecientas solicitudes sobre la mesa pero la Oficina de Escolarización Municipal (OME) está haciendo un buen trabajo. Y en la ESO hay mucha demanda en la zona 1 y en la 3. La ESO está creciendo mucho. Es por ese motivo que en Terrassa hemos creado un nuevo instituto el INS Joan Marquès, además de estrenar los edificios de los institutos Les Aimerigues y Can Roca. ¿La oferta es suficiente? En este momento hay un grupo de 27 alumnos de 1º de ESO por ajustar. ¿Crearemos un aula adicional? No es la mejor medida pero no la descartamos.
Agentes de la comunidad educativa critican que Ensenyament improvisa porque ya se sabía que la demanda se incrementaría en la ESO, a raíz de las numerosas promociones de 6º de primaria.
Se puede y hay que planificar pero no siempre se acierta porque las familias tienen sus preferencias. Yo defiendo el trabajo que ha hecho mi antecesora, Carme Vigués, y el departamento. Todo es mejorable pero se ha reaccionado con bastante efectividad.
Una de las propuestas que ha surgido es la creación de Institutos-escuela aprovechando que hay escuelas de primaria que se vacían
El conseller Josep Bargalló cree mucho en esta alternativa y todo su equipo lo comparte y creo que Terrassa tiene mucho recorrido en este modelo.
Con el estreno de los nuevos edificios de secundaria desaparecen barracones (los del INS Can Roca) y queda libre el antiguo Germans Amat, donde está Les Aimerigues. ¿Hay propuestas para este edificio de La Maurina?
Hay propuestas de reutilización. La idea es que el antiguo Germans Amat albergue servicios educativos. Estamos hablando con el Ayuntamiento para ver las prioridades. Una de ellas pasaría por abrir un centro de nuevas oportunidades para jóvenes que quedan descolgados de la ESO.
Con todo aún quedarán los barracones que alberga la Escola Sala i Badrinas. ¿Hay alguna decisión?
Sí, hay un acuerdo de continuidad para esta escuela y la voluntad de que tenga un edificio nuevo antes de cuatro años en Segle XX.
Alguién podría pensar que sería una decisión más valiente reubicar este centro en la Escola President Salvans, precisamente para revertir la segregación.
El proyecto de Sala i Badrinas siempre ha estado sobre la mesa. El tema de President Salvans está muy presente y estamos analizando propuestas de mejora pero no hay nada concreto.