Fue un “ataque lamentable” que merece “una condena rotunda”, en palabras del gobierno municipal. Fue un ataque más a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, en la calle de Baldrich. Ayer, de madrugada, unos desconocidos arrojaron pintura contra la fachada de las dependencias policiales. Algo similar ocurrió el 7 de febrero pasado en un hecho reivindicado por Arran. Entonces fueron globos. Ayer, bombillas rellenas de pintura.
El ataque fue perpetrado a la 1.30 de la madrugada y en el interior de la Comisaría había en aquellos momentos un par de agentes. Los atacantes (no ha trascendido el número de individuos) lanzaron bombillas repletas de pintura amarilla que llegaron hasta la segunda planta del edificio. Las manchas aún eran evidentes a media tarde.
La reacción institucional por parte del gobierno municipal había llegado poco antes. El ejecutivo local, del PSC, expresó “su más firme condena a este acto vandálico” y mostró “todo el apoyo” al Cuerpo Nacional de Policía.
El comunicado difundido poco antes de las cinco de la tarde calificaba el lanzamiento de pintura de “ataque lamentable” que enturbia “la buena convivencia” y que merece “una condena rotunda”. “El gobierno municipal trabaja y trabajará para garantizar y preservar la convivencia en la ciudad, apelando a la responsabilidad de todos” para seguir disfrutando “de la ciudad abierta, plural, cívica y diversa que siempre ha sido Terrassa”.
Alejandro Rodríguez, portavoz municipal del Partido Popular, manifestó su repulsa por un embate que considera “un nuevo ejemplo de la tensión que provoca el proceso soberanista”. Para los populares, “ninguna fuerza política se puede poner de perfil ante ataques como este”. El PP impulsará, como hizo en febrero, una moción de solidaridad con la Policía Nacional.