El proyecto de reforma del Mercat de la Independència empieza a tomar cuerpo y, en el debate entre el Ayuntamiento los comerciantes, el grupo municipal de ERC-MES pone sobre la mesa la posibilidad de transformar la “nau del peix” en una gran plaza porticada de diámetro superior al Raval de Montserrat y algo inferior al de la Plaça Vella.
La propuesta de los republicanos pasa por agrupar todas las paradas de venta en las dos alas centrales del mercado, tal como contempla el proyecto de reforma sobre el que ya trabaja el equipo de gobierno, y reconvertir la tercera, donde hoy se concentra la venta de pescado, en un espacio abierto y polivalente.
” Todas las ciudades del país tienen plazas porticadas que permiten hacer actividades de todo tipo”, explicaba ayer el portavoz republicano Isaac Albert en rueda de prensa. Terrassa tiene una, la plaza del Vapor Ventalló, pero “condicionada por la pendiente del terreno y las columnas”. Además, la altura del edificio Ventalló no permite levantar castells y el entorno residencial limita la programación de determinadas actividades.
El proyecto de ERC-MES contempla el vaciado interior de la “nau del peix”, la apertura de las fachadas laterales, conservando las columnas, y la eliminación de las estructuras que la vinculan al edificio central del Mercat de la Independència. De esta manera, la nave quedaría completamente aislada, generando un entorno completamente transitable y transformando la zona en una gran plaza pública.
El espacio que se generaría, explica ERC-MES, es el de una plaza de más de 30 metros de diámetro. “Sería bastante más grande que el Raval, similar al del Vapor Ventalló, si incluimos la plaza que rodea al edificio porticado y, si contamos el espacio de la calle del Raval, idéntico a la Placa Vella”, explica Albert. La propuesta contempla repavimentar el entorno de la nave para convertirlo en una plataforma plana optima para el paseo.
Con su proyecto, ERC-MES está convencida de que “ganamos un espacio diáfano en pleno centro, oxigenamos la zona de peatones y en definitiva hacemos más grande el centro de la ciudad, creando una nueva centralidad”.
El grupo piensa que la nueva plaza porticada puede acoger usos comerciales y actividades de todo tipo. “Se puede instalar un mercado de pagès, proyectos puntuales de restauración, ferias, actividades comerciales”. En el plano cultural, además, la “nau del peix” porticada sería una alternativa en días de lluvia para “las actividades que se programan en el centro de la ciudad y ahora se suspenden”. El concejal de ERC-MES Pep Forn recuerda que la altura del edificio catalogado permite albergar incluso castells. “Estamos dando una nueva utilidad al patrimonio y brindamos a la ciudadanía la posibilidad de disfrutar de un edificio protegido las 24 horas”.
El grupo ha realizado consultas “informales” al área municipal de patrimonio para conocer los límites de la protección y el encaje de su proyecto y “la primera percepción que tenemos es que gusta, que mantiene la estructura original y que sería asumible hacer la obra. Ni siquiera sería demasiado costosa”, explica Albert. El proyecto inicial mantiene intacta la fachada y respeta la entrada al mercado situada tras la nave, que a partir de la reforma ganaría visibilidad al situarse enel centro de la nueva plaza.
Baja el coste de mantenimiento
La propuesta ya ha sido trasladada de manera informal a los grupos políticos y se expondrá ante la comisión que debate sobre el futuro del mercado. Los independentistas están convencidos de que la reforma comporta ventajas tanto para la ciudadanía en general como para los comerciantes del Mercat de la Independència, que “si quisieran podrían cogestionar el espacio y programar actividades”.
El equipamiento gana una nueva fachada a un amplio espacio público y, lo más interesante para los paradistas, “reducirá considerablemente la factura de mantenimiento y de consumos, porque el mercado quedará liberado de los costes de mantenimiento y también de climatización de una de sus naves”.
Una de las propuestas de reforma de la “nau del peix” que está sobre la mesa pasa por liberarla de paradas y convertirla en un espacio de restauración, solución que no convence a ERC-MES. “Tendrían que explicárnoslo muy bien para que lo viéramos claro. Más oferta tendría una afectación muy importante a la restauración del entorno, que si se gana una plaza se vería claramente beneficiado.
El debate sobre los usos del edificio, incluso sobre si finalmente se libera de paradas, no está cerrado. Se espera que en las próximas semanas, comerciantes y administración avancen en la concreción del proyecto .
