Duplicó la tasa máxima de alcoholemia permitida en la conducción. El coche que manejaba no tenía concertado el seguro obligatorio, ni había pasado la ITV. Y dentro había armas: una navaja y una pistola simulada. Agentes de la Policía Municipal pararon ayer el vehículo y, tras comprobar las infracciones, cursaron denuncias. Unas cuantas.
Ocurrió en el barrio de Ca n’Aurell, poco después de las 00.30. Los agentes, que trabajaban en un operativo de vigilancia en Ca n’Aurell, vieron el automóvil circulando de manera errática por el paseo del Vint-i-dos de Juliol.
Decidieron interceptarlo y hablaron con el conductor. Le instaron a soplar en la prueba de alcoholemia. Lo hizo y el resultado fue positivo en el test de orientación. También en el de precisión, que arrojó una tasa de 0,59 miligramos. Los agentes comprobaron que el turismo no tenía la ITV en regla y tampoco disponía de seguro. Al registrar el vehículo encontraron las armas prohibidas: una navaja y una pistola simulada. Estos objetos, que fueron requisados, estaban ocultos debajo del asiento del piloto. La Policía Municipal denunció al sospechoso por la alcoholemia positiva (el nivel no llegó a ser constitutivo de delito), la falta de seguro y de ITV en vigor y el hallazgo de las armas. Una grúa municipal se llevó el coche y lo depositó en Egarvia.
Motorista con una navaja
Unas horas antes, a las cinco de la tarde, policías municipales requisaron una navaja a un motorista al que pararon en la calle del Segre, en el sector de Les Arenes-La Grípia-Can Montllor.
A la sanción correspondiente a la tenencia del arma se unió una denuncia porque el conductor poseía un permiso que no le habilitaba para llevar la moto que llevaba.