Terrassa

El Consell Comarcal alerta de la pobreza infantil

La fuerte crisis económica que ha golpeado a miles de familias está derivando en una pobreza crónica en la que los niños son los que sufren las consecuencias de vulnerabilidad más inmediatas. Esta es una reflexión que hacen muchas entidades del tercer sector, como Càritas, pero también las instituciones, como ayuntamientos y consejos comarcales, que toman contacto con las familias que les llegan a Servicios Sociales y les piden recursos para cubrir sus necesidades básicas.

El presidente del Consell Comarcal del Vallès Occidental, Ignasi Giménez, ahondó ayer en lo que calificó de “grave y preocupante situación” tras la jornada titulada “Pobreza en la infancia. Situación y retos en el Vallès Occidental” y en la que se presentó un informe que analiza las becas de comedor escolar en la comarca.

La inquietud que manifestó Giménez está justificada atendiendo a los datos que vieron la luz durante la sesión de trabajo. El dato más preocupante es que el 15 por ciento de los niños entre 3 y 11 años está en riesgo de pobreza y que las ayudas al comedor escolar no llegan a todos los afectados por igual a pesar de que tengan rentas muy bajas.

Medidas
Es por ello que Giménez anunció ayer que el consejo tomará dos medidas. Una de ellas, presionar al departamento de Ensenyament para que todos los alumnos de familias que acrediten que están por debajo del umbral de la pobreza puedan recibir la beca que cubra todo el coste. Esto comporta para el Consell Comarcal que Ensenyament se replantee los requisitos de adjudicación y elimine el que hace referencia a riesgo social que considera otros aspectos adicionales además de los ingresos económicos.

La segunda es garantizar la continuidad de la ayuda a los niños de 6º de primaria que pasan a 1º de ESO. Una ayuda que se ha evaporado desde que los institutos públicos de secundaria implantaron la jornada intensiva y cerraron el servicio de comedor. Mencionar aquí que en Terrassa ya se empezó a tomar medidas. Aquí funcionan tres comedores en la ESO que están en los institutos Mont Perdut, Cavall Bernat y Santa Eulàlia. Y el Consell Comarcal acaba de iniciar un programa piloto similar en el Nicolau Copèrnic este último trimestre con la colaboración de la Fundación Probitas, según anunció ayer.

Las peticiones de Giménez tuvieron más argumentos de peso. El presidente explicó que un veinte por ciento de las familias que pidieron beca el curso 2016-17 no tenían ningún ingreso y que la media de las familias solicitantes de ayudas tienen una renta inferior a 7.400 euros anuales, una cantidad que está muy por debajo del umbral de la pobreza que en 2016 se situaba entre los 13 y 18 mil euros anuales.

Y un apunte más a tener en cuenta: solo un 12, 6 por ciento de los alumnos becados (15.311) en este curso recibieron una ayuda del cien por cien sobre el coste del menú fijado en 6,12 euros diarios, lo que obliga a los ayuntamientos y al consejo a complementar la subvención para que la familia no tenga que renunciar por falta de pago.

Giménez subrayó que la preocupación se extiende cuando se aborda la etapa de la ESO. Al respecto recordó que la mayoría de las becas son para primaria y para la pública y una minoría para la secundaria porque en la ESO hay jornada intensiva y no hay comedor escolar. En este contexto, el presidente comarcal reiteró que muchos niños de 6º de primaria con beca de comedor la pierden cuando llegan a la ESO. “Es un escándalo -dijo sin tapujos- porque de cada 66 becas que se dan en 6º de primaria se transforman en 4 becas en 1º de ESO. El paso de un niño becado de primaria a secundaria oculta un problema que no se atiende y que de nuevo deben cubrir otras administraciones”.

El presidente comarcal significó que “los datos confirman que tenemos una situación de cronificación de la pobreza, con familias con una rentas anuales de 7.400 euros y vemos con preocupación el hecho que la pobreza se concentra en diferentes zonas de la comarca”. Indicó también que un cuarenta por ciento de las escuelas tienen una tasa de alumnado becado que supera el quince por ciento y que hay doce escuelas donde esta tasa es superior al cuarenta por ciento y llega en algunos casos al 65 por ciento. Asimismo enfatizó que las familias con posibilidades de lograr una beca de comedor del cien por cien son muy pocas mencionando que este año sólo un 12,6 por ciento de las ayudas asignadas eran del cien por cien. “Esto acaba derivando en que los servicios sociales de los ayuntamientos tienen que complementar la cuantía”. Sobre ello cabe decir que las 15.311 becas de este curso están valoradas en 10. 7 millones de euros, de los que 8,1 han sido aportados por Ensenyament y el resto por los ayuntamientos. 

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