Un año más, y ya van tres consecutivos, hay un huevo blanco bailando sobre un chorro de agua incesante en el atrio de la catedral del Sant Esperit. Se llama "L’ou com balla", lo bendijo ayer el obispo de Terrassa, Josep Àngel Saiz Meneses, y su danza en la fuente florida es como un aperitivo alegórico del Corpus Christi, que se celebrará este año el próximo domingo.
La tradición del huevo danzante sobre un surtidor nació en el siglo XV en Barcelona y su uso se extendió a otras villas. A Terrassa, por ejemplo, donde la costumbre vinculada al Corpus se celebraba principalmente en el Raval de Montserrat. En Terrassa estuvo vigente hasta los años 1950, en que desapareció. En otras poblaciones catalanas se mantuvo. El Obispado egarense quiso recuperar la tradición y a eso se puso. La restauró en el 2016 y ya se celebra tanto en el templo de la Plaça Vella como en las iglesias de Sant Pere y Ullastrell.
Consiste en construir una fuente exprofeso, para la ocasión, un artificio ornado de flores que ocupa buena parte de la entrada catedralicia. Surge el agua a presión, con un vigor regulado para soportar un huevo cuyo interior ha sido manipulado con una cantidad exacta de agua. Un peso concreto, una presión milimétrica, favorecen que la ovalada forma se mantenga en danza continua. Desde ayer y hasta el próximo domingo.
Lo del huevo saltando sobre el agua no es baladí, espectáculo frívolo; tiene su qué simbólico. "Se trata de una representación de tono claramente eucarístico unido a la fiesta del día, como exaltación de la Sagrada Forma consagrada que se eleva sobre la fuente que tiene forma de cáliz", dice el Obispado. Es expresión de la vida nueva "que Jesucristo nos ha dado con su muerte y resurrección".
La fiesta del Corpus era ayer, pero su celebración se ha trasladado al domingo. "En esta fiesta se unen dos elementos esenciales de la vida cristiana. Por un lado, la exaltación de la Eucaristía, la presencia real de Jesucristo. Por el otro, el Día de la Caridad, que recuerda la presencia de Jesucristo en cada persona", apunta la diócesis.
Solemnidad
En la primera vertiente es destacable la solemnidad de la misa, que el obispo presidirá a las siete de la tarde del domingo en la Catedral del Sant Esperit (con los cantos de la capilla de música del templo) para, una hora después, iniciar la procesión con el Santísimo. El desfile recorrerá las calles en las que, a partir de las tres de la tarde, dieciocho grupos de fieles habrán elaborado las alfombras florales que decorarán la Plaça Vella y las calles de los Gavatxons, de Sant Pere, del Cardaire y de la Font Vella.
En la parroquia de la Mare de Déu del Roser, en Les Fonts, se oficiará la misa a las doce del mediodía y después habrá también procesión por calles del sector igualmente alfombradas de flores. Lo mismo ocurrirá a partir de las once de la mañana en la parroquia de Sant Valentí, en Segle XX. La ceremonia empezará a las seis de la tarde en Santa Maria d’Ullastrell.
Respecto de la caridad, el domingo se llevará a cabo una colecta especial en las iglesias. El dinero se destinará a Càritas Diocesana. Antes tendrá lugar una cita en el Raval de Montserrat. Será hoy mismo, a las 5.30 de la tarde, con un acto de apoyo a los inmigrantes.
EL CORPUS, EL DOMINGO
Alfombras. Dieciocho grupos confeccionarán alfombras de flores a partir de las tres de la tarde
Misa. La misa en la Catedral se iniciará a las siete de la tarde
Procesión. Empezará a las ocho en la Plaça Vella