En la última década, Terrassa ha ido asumiendo su condición de ciudad circense y, si bien aún queda mucho camino por recorrer, el circo es ya hoy una actividad plenamente ligada a la agenda cultural y a la vida formativa de la ciudad.
Los responsables de ese advenimiento del circo como una de las señas de identidad de Terrassa son los miembros de la asociación Tub d’Assaig, que esta temporada cumple sus primeros diez años de existencia habiendo acumulado un buen número de iniciativas y experiencias, a cada cual más ambiciosa.
Los Tub d’Assaig están detrás de un Festival de Circ ya plenamente consolidado, de diferentes espectáculos anuales, han diseñado programaciones estables y regentan desde hace cuatro años una escuela de circo que va asociada a una escoleta, para los más pequeños. Este año han preparado toda una serie de actos, para conmemorar la efeméride, que hoy sábado se concretan con una gran fiesta en la que intervendrán las compañías residentes de la asociación, entre otros artistas.
Esta fiesta y el resto de celebraciones pasadas y futuras son la culminación del trabajo persistente de un conjunto de artistas, técnicos y aficionados al circo que decidieron asociarse allá por el año 2007. Esa temporada (2007-2008) fue la primera en la que comenzaron a dejar su impronta en la vida cultural de la ciudad.
Las compañías y artistas responsables del impulso de la asociación fueron, inicialmente, Filigranes, Circ Pistolet, Nyamakala, Baluska (antes Rucs Rics) y Marta Riba. Más tarde se sumaron "algunos técnicos, gente de teatro y personas individuales al circo", narra Enric Petit, uno de los miembros más visibles del colectivo, profesor en la escuela de circo Rogelio Rivel y componente del Circ Pistolet.
Todas eran personas que se conocían desde hacía algunos años, y que compartían su inquietud por no tener un lugar donde ensayar o guardar el material. Juntaron sus fuerzas y recalaron en el Vapor Navarro, donde se acomodaron en una pequeña nave. Allí vieron marcada en tiza, en una de las vigas de madera, el número 7.70 que, supusieron, se refería a la altura del techo y que ha acompañado al nombre de la asociación durante muchos años, aunque ha ido perdiéndose con el tiempo.
Tub d’Assaig v.7.70 ha estado autogestionándose a lo largo de todos estos años, con algunas pequeñas subvenciones que llegaban del Ayuntamiento o de la Generalitat de Catalunya. En ese trabajo de autogestión se ha incluido un trabajo como programadores que ha sido el que más les ha visibilizado de cara a la ciudad.
Primer cabaret
Su primer espectáculo fue el que presentaron en otoño de 2017 en el Ateneu Candela, el "Cabaret Foll." En Navidad tuvo lugar el primer espectáculo navideño, en la propia sede de la asociación: "Eran experimentos para poder llevar la autogestión, con energía y ganas de hacer cosas juntos", puntualiza Petit. Un año más tarde el Cabaret navideño se trasladó al Ateneu Candela, donde llenaron las cuatro sesiones programadas. Los siguientes tres años las sesiones navideñas se trasladaron al Teatre Alegria, hasta llegar a los "Circ de l’Any" que en los últimos años (desde 2012) han llenado de aficionados el Centre Cultural.
Otra de las actividades que ha estado aparejada a la actividad de Tub d’Assaig ha sido el Festival de Circ, que nació hace diez años de manera "muy casera" en la plaza de Catalunya, de Ca N’Anglada, dentro de la programación del "Terrasses d’Estiu." Un año más tarde el festival se trasladó al barrio de La Maurina, englobado dentro del Pla de Barris, aunque con un presupuesto escaso de cuatro mil euros, que ha ido creciendo con el tiempo.
Hasta la fecha, el Festival de Circ de Terrassa ha contado con la presencia de 85 mil espectadores, y ha programado a unas 120 compañías llegadas de distintos puntos de la geografía.
La última de las propuestas impulsadas desde Tub d’Assaig, también de carácter anual, es la actuación de Festa Major, que llevan proponiendo desde 2008 y que desde hace seis o siete años es uno de los actos centrales de la Plaça Vella, programado los martes.
Este año los Tub d’Assaig propondrán para Festa Major las actuaciones de Guillem Albà con La Marabunta, de Marc Hidalgo y sus cintas aéreas, de Hotel Yokandi y su escalera de equilibrios, de los malabares de Luis Niño Villescas "Totó" y de la compañía Voël con su cuadrante coreano. Serán "cuatro números de circo muy potentes", anticipa Petit.
Atrás ha quedado la gestión de una temporada estable de circo en el Centre Cultural, que ahora sigue vigente aunque no en su máxima expresión, y los "Tastets de circ" que también patrocinaba el Centre Cultural, y que ahora se han desechado por razones presupuestarias.
Con todo, la entidad ha sumado su capacidad para preparar espectáculos a medida, ajustándose a las necesidades y criterios "artísticos, económicos, espaciales y de edad", logrando hacer llegar el circo y las artes escénicas por todos los barrios e incluso fuera de Terrassa, trabajando para empresas, aniversarios, fiestas o teatros.
Eso también afecta a sus "Tastets de Circ", lo que incluye también propuestas como los "Racons de circ", un proyecto "para difundir el arte del circo a los espacios públicos, porque las persones participantes hagan una cata de algunas disciplinas de circo", concretan.
En paralelo, la asociación gestiona una escuela (para especializaciones) y una escoleta de Circ (para la formación en circo a partir de los tres años), que está funcionando desde hace cuatro con diferentes niveles agrupados en Menuts, Petits, Mitjans, Grans y Joves. Para el año que viene se está estudiando el incorporar un grupo de Xics. Los adultos trabajan en tres grupos de aéreos, uno de vertical, uno de malabares, otro de payasos y dos de acrobacia.
"Los más pequeños trabajan movimiento, conciencia del cuerpo, psicomotricidad… Jugamos mucho la investigación de materiales y se hacen las clases como en un juego, como si estuvieran en un cuento. A medida que se hacen grandes van aprendiendo volteretas hacia atrás, verticales, la rueda. Los medianos ya aprenden monociclo, cable, acrobacia, la figuras aéreas, y los grandes ya incorporan una parte teatral." Así lo explica Jordi Torrents, uno de los monitores de las clases que se realizan a lo largo de toda la semana en la sede de la entidad.
De cara al año que viene se incorporará una novedad muy relevante, que especialmente incidirá en el funcionamiento de la escuela. Una parte de la actividad se trasladará a un nuevo local en el Condicionament Terrassenc, un equipamiento municipal donde la entidad convivirá con grupos de Cultura Popular y otras actividades no relacionadas con el mundo de la cultura (comola Cooperativa Teixidors). A pesar de este paso adelante, el sueño de esta asociación de circo sería poder contar con un espacio mucho mayor, una fábrica de creación que estaba en proyecto en la fábrica AEG pero que, de momento, ha quedado en suspenso por falta de presupuesto.