Pueden ocuparlo de nuevo, claro, pero la tarea sería ardua a más no poder y no pasaría inadvertida. El edificio de viviendas de la calle de Salmerón que fue pasto de las llamas unas cuantas veces hace unas semanas está tapiado. Todos sus huecos, sus ventanas, sus puertas, han sido sellados con ladrillos.
La finca está en la esquina de la calle de Salmerón con la del Doctor Pearson. Sus ocupantes ilegales traían de cabeza al vecindario. Y a los servicios de emergencias. Por la inseguridad, por los incendios.
En mayo del 2017 entraron los primeros "ocupas", según la información del Ayuntamiento, que se interesó por el problema y abrió un expediente, instando a la empresa titular del inmueble (con varias viviendas) a actuar. El 29 de abril hubo un incendio allí, con dos intoxicados. El 2 de mayo, otro. El viernes 4 de mayo, un tercero, también con dos afectados por intoxicación. La estampa del bloque era de degradación y humo. Los "ocupas" fueron desalojados por orden municipal. Y el edificio ya es inaccesible, en principio.