Ocho actos concentrados en cuatro días conformarán este año la programación del Elixir, festival poético que este año cumple su sexta edición plenamente consolidado. El equipo del Elixir, liderado por la creadora del festival Rosa Boladeras, ha vuelto a rediseñar el modelo de festival e incorpora espacios nuevos, así como renovadas ideas.
Pese a concentrarse en menos días que el año pasado, el festival crece, exportándose a los barrios y aumentando su presupuesto (con una aportación de 47.000 euros de parte del Ayuntamiento, veinte mil más que el año anterior), tal como recalcó el teniente de alcalde de Cultura, Amadeu Aguado. "Después de seis años luchando a ‘sang i fetge’ agradecemos este compromiso, que nos pone al borde de la dignidad absoluta", aseguró Rosa Boladeras.
El festival se sustenta, no obstante, no sólo gracias a las aportaciones públicas sino también con la colaboración de una larga retahíla de empresas y entidades, y del trabajo de "voluntarios que año tras año se dejan el cuerpo y el alma."
Siendo un "festival producido en buena parte con las aportaciones públicas, tenemos que decir que devolvemos ese dinero a la ciudadanía en forma de poesía." Es, también, un festival accesible a capacidades diversas, y traducido a lenguaje de signos, con la ayuda de instituciones como la Fundació Manuel Lao. Rosa Boladeras llama la atención sobre el hecho de que "el aislamiento a este colectivo es tan brutal que hay que picar mucha piedra." Elixir también es un "festival feminista y femenino", como el acto de La Ràtzia, que "hemos dirigido y creado entre todo el equipo, y en el que las mujeres son las absolutas protagonistas desde hace un año", superandon con creces la paridad. Boladeras confiesa que sí es difícil encontrar voces femeninas visibilizadas en el mundo de la poesía, pero que "vale la pena apoyarlo y fomentarlo."
Artistas locales
El Elixir es también un festival con artistas terrassenses, mezclados dentro de una programación en la que "el reclamo nunca ha sido un cartel, sino el propio festival. El público viene porque siempre ha encontrado espectáculos de calidad, de artistas conocidos y no tan conocidos…". Buena muestra de ello es lo rápido que se agotaron las entradas en apenas tres horas para dos de los espectáculos; "tenemos ya más de setecientas reservas", confiesa aún asombrada la directora del festival. "Trabajamos para estar a la altura de ese público que viene sin saber lo que verá. Agradecemos su confianza."
El festival Elixir arrancará el jueves 7 de junio por la mañana con una actividad orientada a los más pequeños, "Estripem!", en los jardines de la Casa Alegre Sagrera. La primera actividad para la que ya no hay entradas es la de la tarde, "Essència elixir", una de las dos experiencias de este año a lo "Terrassa secreta" que mantiene como incógnita el lugar y al protagonista.
El viernes 8 de junio será el día que el festival salte a los barrios, con una caravana itinerante que recalará en tres bibliotecas de la ciudad. Ya el sábado comenzará con el otro montaje de entradas agotadas, con la compañía La Inefable, para continuar con la tarde con el Off Elixir (improvisación poética en la Seu d’Ègara), el Mercat de Poesia (mercado de editoriales en la plaza Rector Homs) y La Ràtzia (con inicio en el Vapor Ventalló y final en Rector Homs.) Al margen de las poetas y artistas, destacarán en esta edición las artes visuales de Jöelle Snaith.
La última propuesta, en espacio secreto, será el domingo con el "Ni schnapps ni skåls" de Josep Pedrals, un pícnic japonès y una "pool party" con Malalts de Reggae, al precio de 20 euros.