El 11 de mayo de 2008, Solemnidad del Pentecostés, el obispo de Terrassa, Josep Àngel Sáiz Meneses proclamó la Mare de Déu de la Salut como patrona de la diocésis de Terrassa. Diez años han pasado desde entonces, y el pasado domingo, también Solemnidad de la Pentecosta, tuvo lugar la celebración del aniversario. El evento congregó en el santuario de la Mare de Deú de la Salut, en Sabadell, unas mil personas procedentes de todas las localidades de la diócesis, que desde la primera hora de la tarde comenzaron a llegar tanto en autocares como en vehículos particulares. También lo hizo el alcalde de Sabadell, Maties Secarrant, que visitó el templo con el obispo.
En la explanada del santuario, a las 5.30 de la tarde, se inició la celebración de la eucaristía, presidida por el obispo Josep Àngel Saiz Meneses, y con los cantos conducidos por Pau Tarruell y el Cor Iubilo de la Santíssima Trinitat de Sabadell. Se abrió con el recibimiento, con toda solemnidad, de la imagen de la Salut, y la ofrenda floral a la misma por parte de los diez arciprestazgos de la diócesis.
En la homilia, el obispo de Terrassa desarrolló una reflexión sobre la celebración del Pentecostés y la misión de la Iglesia en el momento presente. También recordó la importancia de la Madre de Dios en el itinerario de la diócesis, solicitándole que nos ayude a vivir en "la firmeza de la fe, la constancia en el amor y el servicio", y en hacer de la diócesis y de cada comunidad una "escuela de comunión".
Para todos los diocesanos pidió Sáiz Meneses vivir las manifestaciones de amor a Dios y al prójimo que solicita el papa Francisco en la exhortación "Gaudete et exsultate", sobre la llamada a la santidad en el mundo actual: "en primer lugar, el aguante, la paciencia y la mansuetud; en segundo, la alegría; en tercero, la audacia y el fervor, y el cuarto lugar, la dimensión comunitaria y finalmente la pregaria constante".
Al finalizar la ceremonia, el obispo y el obispo auxiliar, Salvador Cristau, distribuyeron entre los participantes el recuerdo de la celebración: una medalla conmemorativa con la imagen de la Mare de Déu de la Salut y el motivo del acto. Los peregrinos veneraron la imagen y sobre las 7.30 de la tarde emprendieron el regreso a sus hogares.
Por petición popular
La proclamación de la Mare de Déu de la Salut como patrona de la nueva diócesis de Terrassa tiene su origen en las numerosas peticiones en este sentido que el obispo fue recibiendo a partir de de su creación, el 15 de junio de 2004 por el Papa Juan Pablo II. Tras realizar consultas en los organismos diocesanos tomó la decisión, ratificada por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. La proclamación se realizó ese 11 de mayo de 2008, en la celebración de la eucaristía presidida por el obispo, a las cinco de la tarde, en el Centre de Fires i Convenciones de Sabadell. También se estableció la fiesta diocesana del 19 de octubre, por ser la fecha de aniversario de la coronación de la imagen (el 19 de octubre de 1947, con motivo de los 250 años de la Mare de Déu de la Salut como patrona de Sabadell).
Desde la creación de la diócesis, y especialmente desde la proclamación de la Mare de Deú de la Salut como patrona, la dimensión diocesana del santuario de Sabadell se ha visto potenciada, con un incremento de las visitas y pregrinaciones. En 2010 se creó la Fundació Mare de Déu de la Salut para canalizar todos estos esfuerzos y cuidar del mantenimiento y potenciación del santuario, en el que se realizan diversos aplecs y encuentros de las delegaciones episcopales.
Tradición
La tradición explica el origen del santuario en el hallazgo de una imagen de la Virgen Maria con el niño Jesús en sus brazos, por parte del ermitaño de Sant Iscle i Santa Victòria, junto a la fuente de la riera de Canyomeres. La imagen fue ubicada en una urna de la pared del presbiterio de la ermita, donde comenzó a recibir la devoción de los sabadellenses, con el nombre de Mare de Deú de la Font de la Salut. La antigua ermita amenazaba ruina en la segunda mitad del siglo XIX, y el Ayuntamiento emprendió el proyecto de un templo de nueva planta, inaugurado el 23 de abril de 1882. Fue destruido durante la Guerra Civil, y reconstruido nada más finalizar el conflicto, en 1939. Al año siguiente ya pudo volver a celebrarse el aplec, el primero de los cuales se remonta a 1696.