Terrassa

Jugando a salvar el planeta

El Museu de la Ciència i la Tècnica de Catalunya (mNACTEC) estrenó en la "Nit dels Museos" un "escape room", un juego de pistas, organizado por la empresa barcelonesa "Últim avís". Unas setenta personas, la mayoría de Terrassa, participaron en la aventura lúdica que tenía como "leiv motiv" salvar el planeta de los males que le acechan como la contaminación.

El "escape room" abrió puertas hacia las ocho de la tarde y las cerró hacia la medianoche. Durante este tiempo -cuatro horas- el espacio dedicado a conocer como era la industria textil a principios del XX se convirtió en un recorrido enigmático donde los inscritos debían resolver una serie de pruebas diferentes en materias diversas, que requerían sobre todo de mucha lógica e ingenio. Les guiaban por esos pasadizos laberínticos, con poca luz, unos seres un tanto extraños, que parecían llegados de una galaxia futurista.

Nos colamos en el juego y seguimos a algunos grupos participantes. En la sala de las carboneras, la familia García Sánchez acaba justo de empezar. Estaba en la segunda prueba y tenía como reto descifrar tres enigmas: un código numérico, un dicho y un nombre. A sus pies, repartidos por la sala, había unos sacos con números. Los anotaron y compusieron una cifra ¿Se lee de izquierda a derecha o de derecha a izquierda?, se preguntaron. Pues, ni una cosa ni otra… En realidad debían averiguar cuál era el peso de cada uno de ellos y más cosas…

"No todo es lo que parece. Tienes que buscarte bastante la vida para hallar la solución", comentaban Òscar García y Loida Sánchez, mientras sus hijos, Gabriel, de 10 años, y Abraham, de 13 años, asentían. "Todo esto es muy divertido porque hay mucho misterio", dijo Gabriel. "Te hace pensar", sostuvo Abraham. Los dos niños debutaban por primera vez a diferencia de sus padres que ya han realizado algunos "escape room" en Terrassa y Barcelona. "Es un tipo de actividad que te entretiene, aprendes y lo que es más importante es que lo puedes compartir en familia", subrayó Òscar.

En familia también acudieron los Gaya; los padres, un hijo y dos nietos. "Hay cuestiones más fáciles y otras no tanto pero lo hemos pasado muy bien. Estamos satisfechos de haber llegado al final y haber contribuido a que el planeta sea más sostenible", explicó Gerard Gayà, el hijo. "El túnel oscuro, con la linterna en la mano, ha sido muy emocionante", dijo Martí, uno de los nietos. "Yo he pasado muchos nervios", confesó Carles Gayà, el cabeza de familia, "pero ha sido muy interesante".

Los participantes entrevistados contaron poco y es que el mNACTEC les pidió y nos pidió no desvelar demasiado el contenido de la experiencia porque tienen previsto volver a hacer más sesiones. "La iniciativa ha funcionado muy bien", explicaban desde el mNACTEC, y creemos que puede ser un incentivo más para atraer más visitantes de un modo distinto, especialmente los jóvenes. Además, el espacio textil da mucho juego".

Creación expresa
El "escape room" "Últim avís" tiene la particularidad de que ha sido creado expresamente para el museo. La empresa, con el mismo nombre, es de Barcelona y está integrada por cuatro jóvenes emprendedores que son muy aficionados a la actividad. Sergi Pérez, uno de los socios, contó que es el "escape room" es un juego que en pocos años se ha convertido en uno de los más solicitados y que, incluso, hay "packs turísticos" para participar aquí y allá. "Tienen tanta afición que la ciudad dónde están los jugadores es lo de menos. Entran el espacio y/ o en la sala y cuando finalizan se van hacia otro lugar".

La empresa "Últim avís" propone en Barcelona un juego de este estilo en que los participantes llegan a un aeropuerto para coger un avión a un destino que es incierto. Todo es ficción, claro está, porque no se mueven de la sala pero el viaje virtual que hacen compensa con creces, aseguró Pérez.

To Top