Si quieren y pueden tomar asiento, tomen asiento en una silla. Si lo prefieren o si a ello se ven obligados por lo apretado del local en ese momento, escúrranse y busquen acomodo en la barra a estilo norteño. Así podrán degustar lo que sea menester y salir con mayor celeridad hacia otro objetivo de bocados y cañas o botellines. Porque hoy empieza la ruta De Tapa en Tapa, que alcanza su novena edición y que acabará el 17 de junio. Son 62 los bares y restaurantes que participan en este acontecimiento culinario.
Podrán hallar en sus excursiones urbanas de bar en restaurante, de restaurante en bar, un pincho de sobrasada y miel, y una butifarra con gamba y chocolate, ahí es nada, y unas lágrimas de ibérico con base de compota de manzana y salsa de Porto, y panceta a baja temperatura con parmentier. Vean el minicanelón frío de cordero con caramelo de naranja, o esa paella reinventada y servida como en miniatura de condensación, como reducida. Menor sofisticación, que no quiere decir menoscabo en sabor y aventura, tiene ese cucurucho con surtido de "pescaíto" frito que entra por los ojos marineros.
Hay albóndigas de ternera y cerdo con nueces, padano y especias, y unas berenjenas rellenas de nueces, y no podía faltar la hamburguesa vegana, esta con "ceps" y salsa de yogur. Cada bar aporta un plato distinto. Uno ofrece un rollito sorpresa, que nadie se llame a engaño, y otro presenta un gazpacho de fresones con langostinos. Y esa morcilla de Burgos con "quicos" sobre una base de manzana y queso.
Algunas tapas, quince, se pudieron degustar ayer en la presentación de la ruta, en un acto que se celebró en la Casa Alegre de Sagrera y que contó con la presencia del alcalde, Alfredo Vega. Hace cuatro días, Terrassa despedía una nueva edición de la Fira Modernista y hoy se abre otra propuesta, menos intensiva, menos multitudinaria, pero para muchos igual o más apetitosa. Esto es un no parar. El alcalde recordó que la gastronomía era "el hilo conductor" de la feria, ligazón que prosigue hoy con el inicio de la ruta de tapas. La gastronomía es apuesta de futuro en Terrassa, una línea de promoción estratégica de la ciudad. "Un acierto", señaló Vega.
La luna
Lluís Ristol presidió el Gremi d’Hostaleria de Terrassa i Comarca, organizador del evento junto a Estrella Damm, durante nueve años. Meses atrás fue sustituido en el cargo por Xavier Gómez, que al acabar su discurso de ayer pidió un aplauso para su predecesor, presente en el patio de la Casa Alegre de Sagrera. El itinerario de tapas parecía obra de cuatro zumbados, vino a decir Ristol. "Parecía que veníamos de la Luna", dijo, literalmente. Y ahora mira, pareció agregar con el gesto.
La ruta es "para disfrutar por toda la ciudad", destacó Gómez, convencido de la conveniencia del sello gastronómico como banderín de enganche promocional. El gremio luchará para hacer de Terrassa "una ciudad mucho más moderna en gastronomía". Acabados los discursos, la gente se arrimó a las mesas para paladear el anticipo de lo que se podrá comer a partir de hoy.