Terrassa

Detenido por robar un bolso dentro de un coche aparcado

La mujer regresaba a casa el martes por la noche. Atareada en la descarga de artículos, dejó el bolso en el coche, aparcado en la calle de Joaquín Costa, y pasó un tipo que vio el cielo abierto; entró en el turismo, agarró el bolso y se largó. La víctima corrió tras él, pero lo perdió de vista. Minutos después, unos policías municipales lo cazaron. También tuvieron que correr. En el bolso había un móvil valorado en unos 1.000 euros.

Eran las nueve de la noche cuando la Policía Municipal supo del incidente. Llamaba la propia víctima, una mujer. Contó que había sufrido un robo en su coche y que trató de seguir al ladrón, mas el rastro del sujeto se esfumó. La policía anotó los datos, la descripción del delincuente. Cómo era la sudadera que vestía, su edad aproximada, su aparente origen, la gorra.

Hasta seis unidades policiales participaron en el operativo que se estableció nada más conocerse el robo. Al parecer, la mujer había parado su vehículo en una zona de carga y descarga de la calle de Joaquín Costa. Era una parada momentánea, el tiempo suficiente para descargar ella lo que llevaba. Estaban por allí unos niños. Pero quiso el azar que un individuo pasase por allí en aquel intervalo y que ese individuo no llevase buenas intenciones, sino aviesas.

Caminaba el tipo, bastante joven, por la acera y reparó en el detalle. Un coche, un bolso dentro. Fue directo a por el objetivo. Abrió una puerta, agarró el bolso.

A correr
Justo en el momento en que emprendía la huida, la mujer salió del inmueble en el que había entrado poco antes, y presenció la escapada. El delincuente echó a correr, y ella inició una persecución que no pudo acabar. Llamó a la policía. El hurtador había huido en dirección a la calle de Ricardo Caro.

Todo esto lo supieron los agentes que integraron el dispositivo de búsqueda del ratero. Y supieron pormenores de la descripción del sujeto. Unos policías que rastreaban los alrededores del punto del robo encontraron el bolso, del que el delincuente se había desprendido: pero dentro no estaba el móvil, valorado en unos 1.000 euros. Tampoco estaba la cartera.

Unos policías vieron a un sospechoso en el paseo del Vint-i-dos de Juliol. Su vestimenta y sus características coincidían con las del ladrón. Los agentes se acercaron a él. Y él se marchó a la carrera hacia Ca n’Anglada. Los guardias alcanzaron al sospechoso cuando entraba en un establecimiento para esconderse allí. Y lo detuvieron como presunto autor de un delito de hurto. No ha trascendido si recuperaron móvil y cartera.

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