La gran Fira Modernista también tuvo en cuenta al público infantil. El programa desplegó muchas actividades y diversas; desde espectáculos hasta talleres y atracciones para que los más pequeños, junto a sus padres, disfrutaran de un pasado que por edad aún les queda mucho más lejos que a los adultos. Los niños tuvieron varias citas. Una de ellas en la Masia Freixa donde había un buen número de talleres en los jardines para desarrollar la creatividad y el ingenio del movimiento artístico modernista. En la zona superior del parque de Sant Jordi hubo además atracciones, como un tiovivio, que hacía las delicias de sus clientes. Otro de los puntos de ocio fue el Passeig. Allí se instaló La Llanterna Màgica con aires de circo antiguo y también el Carrusel Fabula Mobile y la Sínia de fusta. Asimismo se pudo hacer una inmersión en juegos de mesa y de calle que jugaban nuestros abuelos,. Juegos cabe decir más sostenibles y que favorecían la socialización. En el Vapor Gran también hubo espacio para desarrollar el ingenio.w