Un siglo después, expertos en arquitectura en historia del arte analizan el valor del legado del arquitecto Lluís Muncunill. Las opiniones de los facultativos Carles Escudé Muncunill (su nieto) y Pere Montaña, así como los historiadores en arte Domènec Ferran y Mireia Freixa coinciden en señalar que Muncunill fue el artífice que transformó la imagen a principios del siglo XX y que lo llevó a cabo con excelencia, por lo que ha perdurado en el tiempo y se ha revalorizado. El arquitecto sumó técnica, calidad y belleza. En sus consideraciones surgen nuevas ideas como la que hace el arquitecto Carles Escudé Muncunill, quien propone la creación de una Casa-Museu dedicada a su obra y figura, al igual que existe en otras ciudades que acogieron hijos adoptivos ilustres en ámbitos diversos. Una Casa-Museu Muncunill que, para su nieto, daría valor añadido a un legado que para los estudiosos ha situado a Terrassa en Europa. Así lo subraya el historiador Domènec Ferran, quien enfatiza que esta proyección se debe especialmente a su obra industrial, cuyo máximo exponente es el Vapor Aymerich, Amat i Jover.