Valentí Grau se erigió en el maestro de ceremonias del concierto de aniversario que protagonizó la Big Mama en uno de sus escenarios favoritos: la Nova Jazz Cava. Grau la presentó recordando aquella primera "jam session" en la que participó, poco después de haber iniciado su trayectoria como vocalista, a finales de los 80. "Nos dejó a todos boquiabiertos, por su voz y alma de blues", recalcó.
Poco después apareció en el escenario la artista, ataviada con sus botas y un vestido de punto de color marrón que dieron el contrapunto a su cabello alborotado y rizado, el marco del rostro risueño y feliz con el que se presentó en Terrassa.
El concierto, grabado por las cámaras de TV3, se abrió con "Before You Accuse Me (Take a Look at Yourself)", una de las piezas que ha escogido y adaptado para su gira de treinta aniversario.
Sonrisa constante
Con un repertorio impregnado por el blues de Chicago, por el blues en clave femenina (reivindicativo y crítico), y por el repaso de otros estilos afines, como el boogie woogie, Big Mama no se sacó la sonrisa del rostro durante casi toda la actuación.
Sus canciones y las presentaciones que las acompañaron estuvieron también aderezadas por los solos del guitarrista Baltasar Bordoy, el bajista Matías Miguez o la pianista Sister Marion, cómplice desde hace algunos años de la vocalista. Además de la intensidad del blues, sus interpretaciones estuvieron en algunos ratos cargadas de swing.
Entre los presentes estuvieron algunos miembros de la familia de la artista, como sus tíos, a quien Big Mama dedicó un tema especial dentro de concierto con un clima muy cercano.