Pese la climatología adversa, la XXIII Diada y el 37° aniversario Diables de Terrassa se desarrolló entre el viernes y el sábado pasados con bastante normalidad, sin que fuera necesario cancelar ninguna de las actividades programadas y tan sólo con algún pequeño retraso con respecto al horario anunciado inicialmente.
El programa se inició el viernes con una tabalada que partió de la Plaça Vella, con la colla de Diables de Sant Pere Nord, que fue especialmente animada y seguida por un público familiar.
Al día siguiente la jornada se inició con un taller infantil que, ante la previsión de lluvia, se trasaladó a la plaza del Vapor Ventalló. Hacia las 9.30 de la noche comenzó una programación nocturna que culminaría más allá de once de la noche con el acto central de la Diada, el correfoc.
Los Versots iniciales versaron sobre la propia colla, sobre las colles invitadas y sobre la situación del país, con alguna que otra referencia a otros temas de actualidad.
Fuego y espectáculo
Los Diables de Terrassa estuvieron acompañados por los Diables La Salut de sant Feliu de Llobregat. los Diables de Canet de Mar y la Pájara de Terrassa. En total, unos 150 miembros se sumaron entre todas las colles, quienes compartieron los bailes y el correfoc, desde la Plaça Vella y por sus calles adyacentes, dando lugar a momentos realmente espectaculares, como los que se vivieron en la calle de Cremat.
Un portavoz califica el resultado de "éxito, pese al mal tiempo; la gente (un público esencialmente familiar) aguantó y lo disfrutó; fue muy positivo.".