Un adolescente cruza una artería de la ciudad a toda velocidad. Circula en monopatín y la conductora de un vehículo no lo ve irrumpir en la calzada. Se lo lleva por delante en el paso de cebra. Ocurrió hace unos meses en Terrassa, donde, aunque parezca lo contrario, la proporción de jóvenes atropellados es mayor que la de mayores de 70 años. Según la memoria anual de la Policía Municipal, el 31 por ciento de las víctimas de atropellos en la vía pública tenían menos de 20 años. Más del 16 por ciento eran menores de 10. El porcentaje de mayores de 70 años víctimas de accidentes análogos no llegó al 21 por ciento en el 2017, año al que se refiere el informe. De todos modos, a un lado y otro de la pirámide de edad se sitúan los colectivos más afectados.
No siempre la culpa es de los transeúntes, por supuesto. Días atrás sucedieron varios atropellos en los que los conductores no se detuvieron ante pasos de cebra o se detuvieron tarde. Pero las llamadas de las autoridades de Tráfico a la prudencia de los viandantes son reiteradas: las personas son los implicados en la movilidad más vulnerables y unos cuantos mensajes pintados en pasos peatonales sirven de recordatorio.
El año pasado, los niños menores de 10 años constituyeron el 16,20 por ciento de los viandantes heridos en accidentes. La proporción bajó un poco en la franja de edad comprendida entre los 11 y los 20 años: 14,79 por ciento.
Franjas
La incidencia en las dos franjas siguientes referenciadas en la memoria policial sí descienden de manera significativa: el 5,63 por ciento de los lesionados tenían entre 21 y 30 años. El guarismo pasa a ser del 8,45 por ciento en los peatones con edades comprendidas entre los 31 y los 40. De 41 a 50 años tenían casi el 15 de los ciento de las víctimas. A partir del medio siglo de vida, y hasta los 60, la proporción rozó el 12 por ciento. La franja situada entre los 61 y los 70 años conforma el 7,75 por ciento. A partir de los 70, la cifra se dispara: más del 20 por ciento. En el 2017 las calles de Terrassa registraron 142 víctimas de atropellos. El 52 por ciento eran mujeres.
Que el peligro reside, sobre todo, cuando se transita como peatón lo revelan los datos comparativos de lesividad entre jóvenes viandantes y jóvenes conductores, por otro lado, obviamente, menos numerosos. El 7 por ciento de los heridos en atropellos tenían entre 14 y 16 años, porporción que baja hasta el 1,38 por ciento en la misma franja pero en el papel de conductores de vehículos. Entre los 14 y los 20 años el porcentaje es del 10,49 por ciento en el caso de los peatones y del 9,48 en el de los conductores.
En total, la lesividad de implicados en accidentes (conductores, pasajeros, peatones) arrojó los siguientes porcentajes en el 2017: fue del 5 por ciento en la franja entre 0 y 10 años, subió hasta el 12 entre la de 11 a 20 años y ascendió nueve puntos en la siguiente (21 por ciento), de 21 a 30. Del 19 por ciento fue en el ámbito de los 31 a 40 y en el de 41 a 50, para caer al 12 por ciento entre los 51 y los 60 y descender aún más, rondando el 5 por ciento, a partir de los 61 años.
El número de peatones es mayor en las edades tempranas y entre las personas mayores, pero no sólo por ello crece la cifra de viandantes heridos en esas franjas. También influye la atención, destaca Antoni Flores, intendente mayor de la Policía Municipal. Los primeros, los más pequeños, aún no tienen incorporadas del todo las normas de conducta vial óptima. Los mayores ven mermada su atención y capacidad sensorial por motivos obvios, añade Flores.
El número de accidentes de tráfico en Terrassa, según el máximo responsable de la Policía Municipal, es más bajo en Terrassa que en otras localidades de similares dimensiones, pero queda "mucho trabajo por hacer, mucho terreno para avanzar" en el apartado de la concienciación. Las charlas de sensibilización son continuas en centros educativos y pocos estudiantes acaban su formación académica sin haber recibido la visita de los formadores de la policía. Y la concienciación "da frutos", recalca Flores, pero el verdadero problema a la hora de llegar a las víctimas potenciales de accidentes está en la franja inversa: la de las personas mayores. Contactar con ellos es más problemático, no sólo en Terrassa, pero la policía local maneja proyectos para que esa necesidad de concienciación penetre en ese colectivo. El año pasado veintinueve egarenses con más de 70 años resultaron heridos en atropellos.