El Ayuntamiento ya estaba encima del asunto, por la inseguridad galopante, pero el incendio de ayer, el tercero en apenas cinco días, con dos intoxicados, obligó a una intervención de urgencia: el edificio “ocupado” de la calle de Salmerón, en Vallparadís, fue desalojado. Ninguna de sus dos plantas era habitable. Ninguna de sus cuatro viviendas “ocupadas”. La Policía Municipal vigiló durante parte del día para evitar el regreso de los moradores.
Los vecinos de la finca, ubicada en la esquina de la calle de Salmerón con la del Doctor Pearson, estaban hasta el gorro de la inseguridad, de la suciedad, de los follones, y el gobierno municipal era consciente del agudo problema. Pocas veces una situación de vivienda irregular ofrece la estampa que ofrece ese edificio de planta baja y dos plantas superiores, con pisos espaciosos. Ayer por la tarde era apreciable su transformación en un inmueble negro por el humo y los fuegos, de naturaleza precaria en su interior, con los bajos tapiados y los techos del color de la ceniza. Los “ocupas” entraban por puertas de garajes vinculados a la finca. Hace justo un año, en mayo del 2017, se inició la ocupación ilegal del edificio, según le consta al Ayuntamiento. El servicio municipal de Comunidades se interesó por el tema y el Consistorio contactó con la empresa inmobiliaria dueña del edificio. Faltaba una actuación contundente por parte de la agencia, señaló Eva Candela, teniente de alcalde de Derechos Sociales y Servicios a las Personas.
Contundencia
“Los vecinos han pasado una mala temporada”, reconoció Candela ayer, pocas horas después del enésimo incidente registrado en aquella esquina. El enésimo y definitivo, parece. A través de Urbanismo, la administración local actuó “con contundencia” después de la inspección técnica que siguió a la intervención de bomberos y policía. Aquello no era habitable, no era salubre. Los cuatro “ocupas” que quedaban debían marcharse.
La empresa titular debía inhabilitar los accesos y Urbanismo, en el expediente abierto al efecto, hará un seguimiento de las actuaciones de la agencia en el inmueble que ha concitado la atención de policías y bomberos tres veces en cinco días. El domingo, a la 1.40 de la madrugada, un incendio, se cree que intencionado, quemó una planta de la finca y causó intoxicaciones a dos personas. El miércoles por la tarde alguien hizo una hoguera dentro de una vivienda. Otra vez bomberos y policías allí. Ayer, a las 7.20 de la mañana, otro fuego devastó lo que quedaba en la primera planta. Hubo dos intoxicados. Una persona fue rescatada por los bomberos con la escalera mecánica.