Terrassa

Las víctimas declaran contra el entrenador acusado de abusos

Corpulento, con camiseta roja, el entrenador de fútbol formativo acusado de abusar sexualmente de algunos de sus pupilos escuchó ayer cómo las víctimas ratificaban lo declarado durante la instrucción; cómo aseguraban que el monitor terrassense los amenazaba o agredía si se negaban a sus requerimientos sexuales. Ayer empezó el juicio en la Audiencia Provincial. Hoy, en principio, le tocará a él, al acusado, de 29 años, ser interrogado en la sala. El fiscal pide más de 84 años de prisión por siete delitos.

Las seis víctimas comparecieron ayer ante el tribunal de la sección 21 de la Audiencia Provincial. Cuatro de los chicos eran jugadores de fútbol de los equipos entrenados por el inculpado. Dos víctimas son aún menores, por lo que no hubo público en la sala de vistas cuando ellos tomaron la palabra. Todos, ellos y los demás, corroboraron lo dicho antes: el acusado abusó de ellos. "Más de doscientas veces", aseguró un chico, según la agencia EFE. Según las denuncias, el monitor se aprovechaba de la relación de confianza cultivada para realizar prácticas sexuales. Si los agredidos se negaban, les propinaba collejas o los amenazaba con no jugar el próximo partido. A uno de los menores lo agarró del cuello cuando se negó a plegarse a los deseos del procesado, según los testigos. Invitaba a comer o a cenar a algunos de sus futbolistas, les hacía regalos y les proponía acudir a su domicilio con el pretexto de jugar a la consola. Tres víctimas explicaron que allí, en la vivienda del acusado, este se llevaba a uno de los menores a su habitación con la excusa de hacerle un masaje en las piernas. Luego llegaba lo demás.

"Los galácticos"
Según el fiscal, el inicio de los episodios de abusos se remonta al 2007, cuando el procesado fue entrenador de un equipo en Can Trias y se ganó la confianza de sus primeras víctimas, a quienes llamaba "los galácticos" y que tenían entre 13 y 14 años. ¿Por qué no denunciaron entonces?, les preguntó ayer la defensa. Ellos, ahora ya mayores de edad, respondieron que temían represalias y sentían vergüenza.

Denunciaron en junio del 2016, poco después de que saltase el escándalo. Un mes antes, en mayo, los Mossos d’Esquadra detuvieron al procesado por supuestos abusos a menores cometidos meses atrás. Los investigadores entrevistaron a cincuenta personas para sustanciar las diligencias. El fiscal refiere abusos a un chico, al que el acusado conoció en una discoteca, en julio del 2014, y otros a un adolescente que era pupilo suyo en un equipo a finales del 2015. En esa época el inculpado tuvo relaciones sexuales con una muchacha de 14 años, según el Ministerio Público.

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