Con la implantación de los contenedores nuevos, los de carga lateral, han desaparecido ya ochenta baterías. "Son ochenta problemas que ya no tendremos", dice un portavoz municipal. Pero surgen otros, y el Ayuntamiento es consciente de ello, de lo difícil de solventar un apartado de gestión pública peliagudo, espinoso, que concita muchas críticas vecinales: el de la limpieza y la recogida de residuos. Pero el Consistorio, que emprendió a mediados de marzo la instalación de 775 unidades nuevas de recogida, pide paciencia a los ciudadanos. Dice que estudiará ajustes y que intenta minimizar las molestias.
La suciedad que se enseñorea de diversas áreas de aportación de residuos y las críticas a la ubicación de algunos contenedores fueron el eje central de un artículo que Diari de Terrassa publicó el viernes pasado. El Consistorio ha reaccionado subrayando que la lucha contra la suciedad es una de las prioridadesd del mandato. Es cierta la percepción general de déficits. "El reto es resolverlos", señala un portavoz del área de Territorio y Sostenibilidad. Buena parte de la merma en limpieza se achaca a la falta de inversión derivada de la crisis económica, que obligó a priorizar los recursos hacia la atención social y que se vio frenada por los techos de gasto impuestos por ley.
"Hemos mejorado, pero aún hay problemas, es evidente. La existencia de un solo punto problemático ya nos preocupa", apunta el Ayuntamiento. La implantación de los contenedores nuevos, de mayor capacidad, ha motivado cambios en la ubicación de las baterías, y esas modificaciones han acarreado críticas en algunos sectores, como en la confluencia de la calle de la Agricultura con la avenida de Les Glòries Catalanes o la calle de la Poetessa Caparà. En el primer sitio los vecinos denuncian que la anterior ubicación, junto a una zona industrial, no molestaba a nadie. El actual emplazamiento, en la calle de la Agricultura, sí. El Consistorio no dudará en mover de nuevo los recipientes si lo estima conveniente. En la calle de la Poetessa Caparà, con quince unidades en menos de cien metros, Territori advierte de que con esa concentración ha eliminado tres de los seis puntos existentes en esa zona.
La mejora se puede ver, y se verá aún más, insiste el gobierno municipal, que recalca la necesidad de que los denunciantes emitan sus quejas por los cauces administrativos para que se abran expedientes y empleados de Territori puedan comprobar cada problema: "Se intentan resolver todos. Es posible que en alguna zona el servicio no llegue bien o sea insuficiente, o que se den casos de mal uso". En la calle de Vallparadís, con contenedores desbordados tocando una fachada, "estudiará el caso".
Está claro que los contenedores deben estar en algún lugar. El criterio municipal es "molestar lo menos posible", pero no siempre se consigue. Además, los camiones sólo pueden recoger los contenedores de carga lateral por el lado derecho, circunstancia que limita los recorridos: "Es inevitable que a veces los contenedores estén delante de domicilios".
El sistema de recogida lateral, sin embargo, supondrá tres mejoras, según el Consistorio: el aumento de capacidad (de mil a 3.000 litros) hace más difíl el desbordamiento de las unidades; la recogida es más eficiente, y el servicio no necesita a tres personas (conductor más dos trabajadores que manipulan los recipientes), sino sólo a una: "Mejoran las condiciones laborales y los empleados sobrantes se pueden dedicar a otros cometidos, como el repaso a zonas de contenedores con problemas de acumulación de basuras, por ejemplo".
Ajustes
El plan se implementó después de un "intenso estudio previo" sobre las ubicaciones de las baterías, pero puede estar sujeto a modificaciones: "Si hay que mover de sitio algunos contenedores, se hará". El Consistorio ha intentado conservar las mismas ubicaciones. Se han retirado 206 baterías (áreas de contenedores) para colocar 129, lo que ha generado la liberación de unas ochenta zonas.
"Es importante que nos hagan llegar las quejas, pero también que concedan un par o tres meses para ver cómo funciona todo. A lo mejor debemos realizar ajustes. Los cálculos no son infalibles". Ya ocurrió semanas atrás, cuando se sumaron baterías a los recorridos en algunos sectores porque se apreciaba un número bajo de unidades. "En los próximos meses podemos llevar a cabo correcciones", subraya la concejalía de Territorio y Sostenibilidad. Además, los camioneros también deben adaptarse a las nuevas rutas. La tendencia será instalar los recipientes nuevos en casi toda la ciudad, excepto en algunos tramos del Centre y de urbanizaciones.