Dos agentes de los Mossos d’Esquadra, cuando menos, han sido citados a declarar como testigos por el Ministerio Fiscal en el juicio. También deberán comparecer, en su caso como peritos, dos mossos más. La policía autonómica se empleó con intensidad en la investigación durante el mes de mayo del 2016, hace casi dos años, cuando tuvo conocimiento de los presuntos abusos.
A mediados de mayo fue detenido el sospechoso. Y el 13 de aquel mes, viernes, entró en prisión provisional, comunicada y sin fianza. El auto judicial hacía constar en aquel momento la comisión de cuatro posibles delitos. El Ministerio Público habla en su calificación de siete. El tribunal de la sección 21 de la Audiencia Provincial enjuiciará el asunto, que fue tramitado como sumario justo un año después de la detención.
Los mossos sustentaron sus indagaciones en multitud de entrevistas después de recibir, de diversas fuentes, informaciones sobre un entrenador de fútbol que presuntamente abusaba de chicos. Los investigadores se entrevistaron con directivos de clubes, entrenadores, jugadores y gente del entorno de la discoteca del acusado. Hablaron con unas cincuenta personas. A las víctimas les costó horrores explicar los hechos y vencer su vergüenza.
