Hay un día al año en que, en el centro de la ciudad, durante dos horas, se escucha el repiqueteo de los "bastons". Es la diada de los Bastoners de Terrassa, que el domingo por la mañana, en su edición número 37, volvió a llenar de bailes y animación las calles, en una jornada favorecida por el buen tiempo.
El tradicional desayuno en la Escola Pia precedió la cercavila, con la colla anfitriona cerrándola tras las seis invitadas (Ball de Bastons de Salou, y Bastoners de Copons, Casc Antic de Barcelona, Esplugues de Llobregat, Moià y de l’Antic Poble de Sant Pere de Terrassa), en total unos doscientos "balladors". En la plaza de la Torre del Palau, a Bastoners de Terrassa les esperaba una sorpresa: un grupo de padres les había preparado palomitas y agua. A las doce del mediodía, la cercavila pasaría por el Raval de Montserrat, donde fue recibida por el concejal de Cultura, Amadeu Aguado.
El punto final del recorrido era la Plaça Vella, y a medida que cada colla llegaba iba desarrollando su repertorio. Las seis invitadas bailaron conjuntamente "El ball de l’esquerrana" antes de la aparición de Bastoners de Terrassa. Comenzó entonces el "Ball de lluïment", en el que cada colla interpreta dos piezas. La de Terrassa, "Sant Farriol" (en la que se estrenó un grupo de ocho padres de los grupos infantiles) y "L’estapera". Cuando las invitadas acababan, recibían un obsequio y un libro sobre Terrassa cedido por el Ayuntamiento.
Todas las colles, las siete, bailaron juntas "El canari amb samarreta" y "La cosidoreta", para finalizar con "Jazzsticks" de Bastoners de Terrassa, en el que la colla substituye los palos por sticks de hockey, y un baile de la Colla dels Pastorets. El epílogo fue, ya regresados a la Escola Pia, el "vermut de germanor".
Por Sant Jordi, el aniversario
La diada tuvo una segunda jornada el lunes, día en que se cumplían 37 años de la primera "ballada" de Bastoners de Terrassa. Esta vez en solitario, y dentro de los actos de Sant Jordi, la colla salió de la plaza de la Torre del Palau unos minutos antes de las siete de la tarde, para entrar en la Plaça Vella con el grupo de mayores bailando "Virolet". Siguieron los grupos de medianos, juveniles y los cuatro de niños (Espardenya, Picarol, Faixa y Mocador) y entre todos, sin interrupción, ofrecieron el repertorio completo (unas treinta piezas) de Bastoners de Terrassa. Acabarían marchando de la Plaça Vella al ritmo de "Passa el fil".
De nuevo en la plaza de la Torre del Palau, finalizaron con "Bas swing", que es una "lucha" entre los "balladors" de bastons y los de swing, y el "Jazzstricks", y el bautizo, con una rociada de agua, de las dos madres que ese día se estrenaron como miembros de la colla.