Maria Celestina Hoste tiene 67 años, nació en Palau de Noguera (Lleida) y con solo 18 se fue a vivir a Barcelona, donde aún reside, en concreto en el barrio de Gràcia. Toda su vida profesional ha ejercido de maestra de primaria y ahora, ya jubilada, todavía lo sigue haciendo ya que acude como voluntaria una vez a la semana a la escuela donde trabajaba.
Lo de escribir, a Maria Celestina le viene desde hace relativamente poco. Después de jubilarse, hace ya casi tres años, se apuntó a un taller de escritura en el Casal Cardenec, en su barrio, y desde entonces no ha parado (a día de hoy acumula unos 60 relatos cortos). A lo largo de su vida reconoce que no le ha picado demasiado el gusanillo de la escritura -"tenía un cuaderno donde apuntaba cosas para mi, pero nunca escribí de manera regular", dice-, gusanillo que desde hace un tiempo ha despertado con fuerza.
Muy aficionada también a la fotografía, la barcelonesa afirma que "escribo porque me gusta explicar cosas". Así sin más. "Escribo sobre todo, siempre a partir de las pautas que nos dan en el taller de escritura", señala, y destaca su agrado por el relato corto porque "me gusta escribir concentrándolo todo en poco espacio".
Lectora empedernida
Más que escribir, mucho más, lo que le gusta a Maria Celestina es leer, sobre todo ficción. "Soy una máquina de leer desde siempre", declara. Y cuenta a modo de anécdota que "de pequeña me gustaba tanto leer que mi madre a veces me lo prohibía porque tenía que hacer otras cosas". En estos tiempos saturados de imágenes, ¿qué consejo daría a los chavales para que cojan un libro? "Leer es como una aventura, comienzas, no sabes como acaba y mientras tanto te diviertes", contesta .