Hay bailarines con un talento innato, capaces de seducir a propios y extraños con tan sólo hacer un movimiento corporal. Este es el caso de Ivan Vasiliev, primer solista del Ballet Bolshoi de Moscú que actuó el domingo en el Centre Cultural Terrassa. Vasiliev reafirmó que es un bailarín con una fuerza y una potencia increíble y, como era de esperar, fue ovacionado en numerosas ocasiones por el público que llenaba el Auditori Alfons Vallhonrat del Centre Cultural. La superestrella rusa provocó tantas y tantas sensaciones que los espectadores no pudieron reprimir sus emociones. Muchos de ellos se pusieron en pie al final del espectáculo para premiar su actuación.
Vasiliev fue en esta gala protagonista total. No sólo en el baile sino también como coreógrafo. Sin embargo fue en su primera faceta donde fue más aclamado, especialmente en la suite de "El corsario", de Marius Petipa con música de Adolphe Adan y Cesare Pugni.
En esta obra, centrada en la bonita historia de amor entre la joven Medora y el valiente pirata, Vasiliev demostró estar en plena forma artística. Ejecutó los pasos más exigentes, los saltos y las piruetas, con gran rigor. Fue una maravilla ver al bailarín como recorría el escenario en círculo elevándose sin respiro y también como giraba sobre un solo pie. Había momentos en que parecía casi un espejismo; un tornado.
La primera figura del Bolshoi es rusa, como no puede ser de otro modo, e hizo honor a la tradición artística en baile clásico que encabeza la escuela de aquel país. La suite de "El corsario" fue el colofón de un espectáculo en el que también pudimos ver un Vasiliev bailar contemporáneo en una obra que el mismo ha creado, "Blind affair", con música de Max Richter. En esta pieza, la mítica figura quiere hacer un llamamiento a las personas para que aprecien lo que tienen a su alrededor y se den cuenta de que la vida es "bella".
En "Blind affair", los bailarines danzan con los ojos tapados, algo que nos recordó aquel inocente juego de infancia de la gallina ciega. Es una coreografía romántica, delicada, sutil, con movimientos muy suaves y sosegados. Nos llegó como un bello poema aunque con versos un tanto reiterativos si hacemos una analogía con lo que sería una danza y sus movimientos.
Tras esta obra -una invitación al relax de los sentidos- llegó "Bolero" de Ravel. Vasiliev también ha aportado su grano de arena a esta pieza y ha hecho su versión sobre una partitura que se mueve a un ritmo sostenido que va creciendo hasta envolver todo el ambiente. En su versión particular, el bailarín sitúa a unos personajes que desean romper con la rutina persistente diaria (como se percibe la música de Ravel) y explorar otros paisajes y recibir otras sensaciones. Nosotros, cabe decir, que Vasiliev nos proporcionó casi cien minutos de gran placer para los sentidos.
"VASILIEV Y BAILARINES DEL MIKHAILOVSKI Y DEL BOLSHOI"
Coreografías: "Blind affair" (Vasiliev/Max Richter), "Bolero" (Vasiliev/ Mauricie Ravel) y "Suite de "El Corsario" (Marius Petipa con adaptación de Vasiliev/ Adolphe Adan-Cesare Pugni). Día 15 de abril de 2017. Centre Cultural Terrassa.