En supermercados, en tiendas del pequeño comercio y del grande, a clientes que acuden a establecimientos o caminan confiados por las calles en días de aglomeración. Los rateros que sustraen productos en establecimientos o los carteristas que se hacen con bolsos, monederos o carteras siguen constituyendo la peor amenaza cuantitativa en las estadísticas policiales y, sobre todo, en las potenciales víctimas. Cada día se perpetran en Terrassa ocho hurtos.
Los robos al descuido integran la parte alta de la clasificación de delitos en los datos delincuenciales del 2017 que han hecho públicos los Mossos d’Esquadra y que registran un aumento de delitos contra el patrimonio. El año pasado se denunciaron en Terrassa 8.839 casos, sobre todo de hurtos, de robos al descuido sin fuerza ni violencia. En el 2016 los hechos contra el patrimonio denunciados fueron 8.429. El incremento se apreció, por supuesto, en ese apartado, en el del latrocinio de distracción tan fecundo para los descuideros: la cifra de hurtos en la estadística del 2016 fue de 2.965, pero el año pasado se situó en 3.112. De este guarismo se deduce una media de 8,52 hurtos al día en la ciudad.
La proliferación de robos al descuido ha propiciado en los últimos años la adopción de medidas especiales por parte de los Mossos d’Esquadra y la Policía Municipal, sobre todo en épocas del año, como las navidades, con efervescencia en establecimientos, zonas comerciales y la vía pública. Agentes de paisano forman parte de estos operativos y no es raro ver, por ejemplo en el Centre, dotaciones policiales cada semana identificando a hurtadores que han sido sorprendidos apropiándose de artículos, tales que prendas de ropa.
Expertos
Los ladrones acostumbran actuar en baterías, en grupos de acción coordinada con reparto de funciones. Unos vigilan o distraen, otros consuman el robo. Ocultan el botín entre sus ropas, a veces en carritos de niños, o los transfieren rápido a un compinche que no ha sido visto en el lugar de los hechos. Los hurtos perpetrados por neófitos no son los más comunes.
Los grupos organizados que "trabajan" en zonas comerciales son expertos en la engañifa y la rapidez de manos y muchas veces proceden de fuera de la ciudad. Hoy roban aquí, mañana en otro sitio, posiblemente regresen a Terrassa en unas semanas para picotear de nuevo y desaparecer. Son bandas itinerantes que hacen de la sustracción su modo de vida.
Similar aumento al de los hurtos ha experimentado en Terrassa y su ámbito otra variedad delictiva de los delitos contra el patrimonio sin el uso de violencia o fuerza. Se trata de las estafas, que viven en la era de internet una segunda juventud, un momento floreciente que causa estragos en muchas familias y empresas. La policía advierte contra estos defraudadores de las redes y contra el exceso de confianza de los consumidores. En el área de Terrassa fueron denunciadas el año pasado 1.279 estafas, en general, por 1.145 en el 2016.
Los delitos contra las personas han bajado, según los datos de los mossos. El descenso es, sin embargo, poco significativo: de 1.179 a 1.163. Las agresiones sexuales descendieron (de diecinueve hechos se pasó a catorce), pero en el 2017 hubo más abusos sexuales (agresiones sin que medie violencia o intimidación) que en el año anterior. Justo el doble: 44 en el 2017, veintidós en el 2016. Terrassa es la segunda ciudad de Catalunya, tras Barcelona, en número de abusos sexuales. Lo que sí cayeron fueron los homicidios. En el 2017 no se tuvo constancia de ninguno. En el 2016 habían tenido lugar en Terrassa dos muertes violentas. Los intentos de homicidio, sin embargo, sí aumentaron: seis frente al único caso registrado en el 2016.
Subieron también los casos de maltratos en el ámbito familiar: hubo 206 casos el año pasado, por 199 el anterior. Los cuerpos policiales tuvieron conocimiento de 377 denuncias por delitos de lesiones (396 el año de antes), mientras que la cifra de amenazas fue de 321 (291 en el 2016). Algo bajó también el apartado referido a los delitos contra la salud pública, de tráfico de drogas: 56 frente a sesenta. El aumento de imputaciones por negativa a realizar las pruebas de alcoholemia se incrementó: de dieciocho a veintiocho, si bien los delitos contra la seguridad vial descendieron: de 496 hechos a 481.
LAS ESTAFAS
19% más
La cifra de estafas ha subido casi el 19 por ciento en la comarca