En pleno debate sobre el futuro comercial de Terrassa la CUP lanzaba ayer una alerta sobre el proyecto de ubicar un gran operador comercial en los bajos del Mercat de la Independencia. Está previsto que el futuro plan director del equipamiento, en fase de redacción, contemple la apertura de un comercio que ejerza como motor económico del mercado y del eje de la Rambla d’Egara.
La CUP cree que es el momento de abrir el debate sobre la oportunidad de esta nuevo establecimiento comercial ya que la concejalía de Comercio "está buscando de manera activa" un operador.
La formación política advierte de que el comercio que ocupe los bajos del Mercat "difícilmente generará más atracción económica que la suya propia". Por contra, cree que "la llegada de un gran supermercado como Mercadona podría vaciar las actuales paradas del mercado" y fomentar un trasvase de compras de las tiendas locales a la gran superficie, contribuyendo a la desertización comercial de los barrios. Si el operador es textil, cultural, informático o del ámbito de los electrodomésticos, igualmente perjudicará a la oferta existente, sostiene.
"La capacidad de gasto de la población no es infinita -apunta la CUP-, así que si compran en esta futura franquicia, dejarán de comprar en las tiendas donde lo hacen ahora".
El pleno del mes de diciembre aprobó la redacción de un nuevo plan director del Mercat de la Independència, que lleva años esperando una decisión del Ayuntamiento -el edificio es municipal- que permita revitalizar el mercado mediante la apertura de sus fachadas, especialmente la de la Rambla. Ahora la CUP pide que el proyecto de un gran operador en los bajos del mercado se excluya del plan director y anuncia que, si se mantiene, se opondrá.
El partido recuerda que, más allá del impacto económico, la implantación de un gran comercio se enfrenta también al reto de la reforma del subterráneo del Mercat, que "aún no cuenta con el consenso de los paradistas". Los bajos acogen en este momento el almacén las cámaras frigoríficas y algunos obradores.
