Una pelea entre dos jugadores, que se disputaban un premio de una máquina recreativa en un salón, acabó con uno de ellos detenido el sábado en la avenida de Jacquard. No lo arrestaron por la refriega, pues no hubo lesiones en el encontronazo ni denuncias, sino porque los policías municipales que se presentaron en el establecimiento supieron que ese implicado tenía pendiente una orden de busca y captura para su ingreso en prisión.
Alguien llamó a la Policía Municipal el sábado pasado, a las dos de la tarde, para dar cuenta de la trifulca. El informador hablaba de varias personas involucradas en una pelea en una sala de juegos de la avenida de Jacquard. El escándalo era mayúsculo.
Dotaciones del cuerpo local acudieron al establecimiento. Los agentes hablaron con testigos y con los involucrados en la refriega para saber los pormenores del enfrentamiento. Al parecer, los dos individuos se habían peleado porque se disputaban el reparto de un premio de una máquina tragaperras. Ambos se conocían de antemano y no querían ponerse denuncias. Tampoco se apreciaban lesiones, por lo que el personal sanitario que se desplazó al lugar en una ambulancia no intervino.
La tarde acabó peor para un implicado que para otro. A la hora de filtrar los datos de ese individuo, los policías conocieron que sobre él pesaba una orden de busca, detención e ingreso en prisión.
Se lo llevaron en un coche patrulla a la Jefatura para la instrucción de diligencias previo paso por el hospital universitario MútuaTerrassa para una revisión.