La indudable, inequívoca e incuestionable huella que han dejado Los Rebeldes en la historia musical de nuestro país quedó patente el sábado con el buen número de aficionados -muchos de ellos fans de sus primeras épocas- que se acercaron a la sala Faktoria d’Arts para volver a escuchar a la banda y sus canciones históricas.
El repertorio que llevó la formación a la sala fue una selección de las piezas más emblemáticas de su larga historia, muchas de ellas con una antigüedad de más de veinte o treinta años, insertadas muchas veces en la memoria colectiva y no sólo en la de los aficionados del rock español y el rockabilly; no hay que olvidar que hubo un tiempo en que esta música fue “maistream”, lo que empujó a la proliferación de grupos que, como Loquillo y los Trogloditas, La Frontera o Los Gatos Locos, entraron en sana competencia con los de Carlos Segarra y animaron el panorama del pop-rock español. Incluso Terrassa se vio imbuida por esta ola “rockanrolera” con el surgimiento de grupos de gran reputación, como Los Forajidos, Patos Locos o los Blue Jeans.
Esa escena ochentera revivió de algún modo el sábado, con un concierto a medio camino entre el “revival” y la energía renovadora. Hubo un muy audible problema de sonido -Carlos Segarra tuvo evidentes problemas de voz- que deslucieron un tanto una puesta en escena que, sin embargo, convenció visiblemente al respetable.
Canciones míticas
El hilillo de voz de Carlos Segarra sobrevivió, sin embargo, en parte gracias al impulso de sus coristas ocasionales en canciones tan míticas como “Mi generación”, “Bajo la luz de la luna”, “Mediterráneo” o “Mescalina.”
Al margen de las dificultades de sonorización que motivó la que parecía una afonía del músico, la banda sonó con “punch”, animada y entregada, y su audencia se lo pasó en grande. El sonido no fue tan épico como el de aquellos conciertos que les recordamos de los años 80, pero sí llevó a la sala una atmósfera, por instantes, de filosofía country; y en otros casos de reminiscencias del rock’n’roll de los 50’s, de Chuck Berry y de sus coétaneos, con los ecos de un sonido y una estética de tupés y faldas de vuelo.
Los Rebeldes se han sumado a una programacion de conciertos que precisamente ahora bascula entra la actualidad y el revival; no en vano los programadores ponen un gran acento en el aterrizaje de bandas tributo o de otras bandas históricas, originales, que aún siguen dando guerra.
Continuando con esa política de reivindicación de la historia musical de nuestro país, y también a nivel mundial, esta misma semana visitará la sala Real Straits (banda de tributo a Dire Straits), y en próximas fechas visitarán la sala otros dos grupos históricos, La Banda Trapera del Río (programada el 19 de mayo) y Los Toreros Muertos (el 16 de junio.).
LOS REBELDES