Terrassa es la cuarta población de Catalunya en número de habitantes. Sin embargo, es la segunda ciudad catalana en cifra de abusos sexuales. Por delante, sólo Barcelona.
Este dato, seguramente circunstancial, se alza como uno de los más relevantes en la estadística de hechos delictivos del 2017 hecha pública ayer por los Mossos d’Esquadra. Los abusos (agresiones contra la libertad sexual sin que medie violencia o intimidación) constituyeron el año pasado en Catalunya el 2,3 por ciento de los delitos contra las personas. Los mossos subrayan que el 47 por ciento de los abusos sexuales son cometidos en viviendas.
Pocas veces son personas ajenas a las víctimas, desconocidos, los que los perpetran. La estadística afirma que el 64 por ciento de los hechos los cometen individuos "conocidos", sujetos con alto grado de facilidad de acceso o de proximidad a los agredidos. Son abusadores de su propio entorno: vecinos, amigos de familiares o personas con las que se ha trabado relación a través de internet.
Como es lógico, Barcelona destaca sobre el resto de poblaciones en número de delitos dadas sus proporciones. Pero Terrassa, pese a ser cuarta ciudad catalana en lo demográfico, se convirtió el año pasado en segunda en cuanto a la incidencia de delitos de abusos sexuales. En Barcelona se denunciaron 314 casos. En Terrassa, 42 delitos. La tercera localidad en esta clasificación delictiva fue l’Hospitalet de Llobregat (37 casos), que es segunda en población.
En el apartado de agresiones sexuales violentas, de violaciones, Terrassa no figura en los primeros puestos de una lista que encabeza Barcelona (212 denuncias), seguida de lejos por l’Hospitalet de Llobregat (29 casos) y Sabadell (28). Luego, Lleida (24 denuncias). El 58 por ciento de las violaciones tiene lugar en viviendas. El 27 por ciento, en espacios públicos. Todas fueron obras de varones.
Odio y discriminación
En Catalunya se registraron 508.274 delitos en el 2017. Aumentaron un 4,18 por ciento en comparación con el año anterior, incremento que supone el primer cambio de tendencia (de la baja continuada al alza) en los últimos ocho años. Han subido los hurtos y estafas en internet, y los delitos contra las personas. En el caso de robos violentos, el incremento ha sido de casi el 13 por ciento, aunque ha bajado la cifra de tirones (el 6,49 por ciento) y los robos en domicilios (más de un 2 por ciento). Las cifras generales de hechos penales han subido el 1,18 por ciento en la Regió Metropolitana Nord, en la que se incluye el área de Terrassa.
La intolerancia galopa y su tendencia al alza se traduce en un aumento inquietante de delitos de odio y discriminación por orientación política. Según la estadística policial, este apartado delictivo ha experimentado un incremento del 111 por ciento. En el ámbito religioso la subida fue del 75 por ciento y en el de la fobia por condición sexual se situó en el 57 por ciento.