Lo reconoció ayer ante el tribunal. Apenas contestó a las preguntas con "síes" y "noes", pero al cabo admitió los hechos en la Audiencia Nacional. Y vio reducida su pena. La joven terrassense detenida hace un año en la calle de Colom, acusada de adoctrinamiento yihadista, llegó a una conformidad con la Fiscalía y aceptó una pena de dos años de prisión y expulsión a Marruecos, país donde nació y desde donde llegó a España a muy corta edad.
La acusación pública consideraba a la inculpada, Youssra G. A., de 21 años, autora de un delito de autoadoctrinamiento y de enaltecimiento yihadista. Reclamaba siete años de cárcel que al final quedaron en dos, pues la fiscal le retiró los cargos correspondientes al segundo delito. Según la agencia EFE, la acusada reconoció ante el tribunal que, tras radicalizarse en el Daesh (la organización terrorista Estado Islámico), publicó 230 fotos y vídeos yihadistas en redes sociales.
El Ministerio Público relató que la joven se había sumergido desde el 2014 "en un intenso proceso de radicalización religiosa" que propició su relación con su expareja, un hombre arrestado en el 2015 en Bulgaria cuando se disponía a viajar a Siria. La investigada creó un canal en internet y publicó trece vídeos propagandísticos del Daesh, con canciones pegadizas y efectos de sonido como disparos o ruido de sables o pisadas de caballos. Los mensajes intentaban convencer a los receptores de que el camino a seguir era el de la guerra santa. La vida de los combatientes era presentada como idílica en algunas imágenes. En el 2016 publicó un vídeo que reproducía el cántico de un yihadista que mostraba su deseo de encontrarse en el paraíso con las "huríes", con vírgenes.
Los Mossos d’Esquadra, que la vigilaban desde que contaba 17 años, detuvieron a la chica el 5 de abril del 2017 en su vivienda, en la calle de Colom, en el barrio de Can Palet. No hizo falta que le tapasen la cara cuando la sacaron del bloque de pisos después del registro de su domicilio: su velo sólo dejaba al descubierto los ojos.
Prisión
Estaba imputada por, supuestamente, adoctrinar, radicalizar y captar para la causa de la yihad a otras chicas. Ingresó en prisión unos días después. En su celda hizo unas pintadas con oraciones islámicas y poemas sobre la yihad, según indicaba el escrito fiscal aceptado por la encausada.
Lleva, pues, casi un año privada de libertad. Será condenada, cuando haya sentencia, a dos años. En base al acuerdo alcanzado con el Ministerio Fiscal, la acusada acepta ser expulsada a Marruecos. No podrá entrar en España hasta transcurridos cinco años.