Lunes de Pascua es sinónimo del fin de las vacaciones de Semana Santa y del Día de la Mona. El día de ayer fue un ir y devenir en las pastelerías, las cuales exhibían en su interior y también en escaparate un gran surtido de ese alimento de repostería.
La historia cuenta que el nombre proviene del término árabe “munna” o “mouna” -significa “provisión de boca”- y que era un regalo que los musulmanes hacían a sus señores. Con el paso del tiempo, la costumbre arraigó en todo el Mediterráneo, no solo en la elaboración del dulce sino también en ser un alimento de obsequio.
En la actualidad, la mona se ha convertido en un rico pastel de mantequilla, de fruta o de chocolate y decorado con huevos, plumas, y figuras animadas mientras que el regalo corresponde al padrino, quien lo dona a su ahijado. En los comercios, como en el Forn del Progrés de la Rambla, se recordaba ayer la tradición. Dolors, de 86 años, explicaba que compraba la mona para su nieta de 30 años de la que es la madrina. “Es una fiesta bonita y la seguiré mientras tenga salud. Compraré dos monas, una de mantequilla y una de fruta. Una es para mi nieta y la otra para toda la familia”.
Xavier y Laura también esperaban para comparar la mona de Pascua. “Yo soy padrino de mi hermano -contó Xavier- que es más pequeño que yo y cada año le regalo este dulce. Cuando era más pequeño -ha cumplido 14 años- la compraba de chocolata y ahora de mantequilla”. Laura, su compañera, consideró que es bueno mantener la tradición. “Yo no tengo ni padrino mi madrina así que no tengo mona pero mi abuela me obsequia todos los años con una figura de chocolate para compensar”.
Regalo o no, lo cierto es que fueron muchos los que cumplieron con la tradición. Francesc y Sara explicaron que “nosotros ya no tenemos padrinos pero la compramos cada año para nuestro hijo. En esta ocasión hemos adquirido una de mantequilla”.
Compradores satisfechos y también los comerciantes. En el Forn del Progrés de la Rambla, el grupo de dependientes iba atareado. “Son días intensos y hoy Lunes de Pascua el que más”, dijo Dolors. Las monas con más salida fueron las de mantequilla y fruta con un coste de entre los 25 y 30 euros, un precio ajustado, según Josep Maria Carné, presidente del Gemi de Forners y Pastissers de Terrassa.