Terrassa

Frente común de alcaldes para que la B-40 se acabe en 2019

Consenso y firmeza. Esto es lo que demostraron ayer los alcaldes de los cuatro municipios afectados por el retraso que llevan las obras de B-40 que debe unir Abrera y Terrassa. Los máximos mandatarios, Alfredo Vega, de Terrassa; Jesús Naharro, de Abrera; Pilar Puidemon, de Olesa de Montserrat y Cesca Berenguer, de Viladecavalls, junto con responsables de Cecot y Cambra de Comerç, acordaron exigir a Fomento qué de explicaciones de cómo se halla la vía y que cumpla con su finalización de octubre de 2019 anunciada por el ministro Iñigo de la Serna en junio pasado.

Los alcaldes consideran que para ello sería bueno crear una comisión trimestral de seguimiento de la obra y que se elabore un calendario con la realización de los trabajos que quedan pendientes. Asimismo piden que esta hoja de ruta incluya las conexiones de salida y entrada para evitar que se produzcan colapsos en días y horas punta. Unas conexiones que no están garantizadas, según explicaron.

Los máximos responsables de los ayuntamientos de Terrassa, Abrera, Olesa de Montserrat y Viladecavalls anunciaron estas medidas tras la reunión que mantuvieron en el primer edificio Consistorial. En la misma participaron el concejal de la Presidencia, Javier García, así como el presidente de Cecot, Antoni Abad, y Pere Masachs, miembro del comité ejecutivo de la Cambra de Comerç y de la comisión de infraestructuras de la entidad.

Tras la sesión de trabajo, que se prolongó más de una hora, alcaldes y representantes de la actividad económica comparecieron ante la prensa para explicar sus decisiones. Todos se mostraron contundentes en reclamar al Ministerio de Fomento que dé información sobre la B-40 y que ponga una fecha de finalización. La nueva solicitud, si cabe, no es baladí a tenor de las declaraciones que efectuaron políticos y empresarios. Al respecto, el alcalde de Terrassa, Alfredo Vega, manifestó que “es una obra que lleva dieciocho años de vida y no se termina nunca. Es, por ese motivo, que tenemmos dudas y pedimos al Ministerio de Fomento la creación de una mesa en la que se ponga un calendario de final del trabajo, así como sus conexiones en el territorio. Y en esta comisión pediremos estar los ayuntamientos, las entidades económicas y Generalitat”.

Los demás alcaldes insistieron. “No queremos renunciar ni a la fecha final que se ha marcado ni tampoco a las conexiones”, señaló la alcaldesa de Olesa, Pilar Puimedon, quien añadió que “abrir esta vía de comunicación puede generar un movimiento de salida de miles de vehículos y hay que evitar el colapso”. La alcaldesa de Viladecavalls, Cesca Berenguer, abundó. “Hay que buscar un compromiso. No se puede consentir este retraso”.

Una vía clave
Vega subrayó que la B-40 es una vía de comunicaciones clave. “Es una infraestructura importantísima, especialmente ahora que se reactiva la actividad económica y también para la movilidad ciudadana”. Sobre este aspecto, el presidente de Cecot, Antoni Abad, se reafirmó en las palabras del alcalde egarense. “Es un cinturón de circulación muy necesario para el progreso económico y el crecimiento empresarial”. Abad valoró el consenso municipal alcanzado de “muy potente” y se mostró confiado en que el Ministerio de Fomento compense el conjunto de incumplimientos y retrasos acumulados”.

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