Terrassa

Primer acto en Terrassa del Año Europeo del Patrimonio Cultural

¿El apellido de un escritor danés del siglo XIX, que escribió cuentos infantiles, y comienza con la letra a? Fue la primera pregunta del "Passaparaula sobre cultura europea", un juego que ayer por la tarde se desarrolló en el Vapor Universitari, como primer acto en Terrassa del Año Europeo del Patrimonio Cultural. Entre los setenta asistentes -tanto ciudadanos interesados como alumnos de un centro escolar- se levantaron varias manos para dar la solución: Hans Christian Andersen. Con la letra ce, en cambio, nadie adivinó que aquella fotografía de un puente correspondía al de las Cadenas, de Budapest. Por el contrario, con la de, a los pocos segundos de aparecer el texto, varios voces dijeron "¡Drácula!".

La dinamizadora Marta Marfany condujo este juego de veintiocho preguntas, que se correspondían con las veintiocho letras de la lengua castellana, y los veintiocho países que actualmente forman parte de la Unión Europea. Un juego que fue la excusa para repasar y difundir conocimientos de geografía, historia, arte, literatura, arquitectura y otras facetas, en definitiva, de la realidad cultural europea.

La segunda ciudad más europea
El acto había sido organizado por el servicio de Relaciones Europeas e Internacionales del Ayuntamiento de Terrassa, con la colaboración del Consell Català del Moviment Europeu, cuyo secretario general, Joaquim Millan, expresó, en la presentación, un reconocimiento a la ciudad por su pionera apuesta por los temas europeos. Antes, el concejal de Cultura, Innovación y Proyección de la Ciudad, Amadeu Aguado, había recordado que el de Terrassa fue de los primeros ayuntamientos en crear un servicio de relaciones europeas. "Lo habéis mantenido y con el tiempo ha dado sus frutos. Yo que me muevo mucho por Bruselas, os puedo decir que, después de Barcelona, la segunda ciudad de Catalunya la que más se habla, cuando se tratan temas europeos, es Terrassa".

El 17 de mayo de 2017 la Comisión Europea y el Parlamento Europeo aprobaron que 2018 fuera el Año Europeo del Patrimonio Cultural, con el objetivo de animar a más personas a descubrirlo y comprometerse con él y reforzar el sentimiento de pertenencia a un espacio europeo común. Aguado señaló que este patrimonio está formado por la "herencia recibida", tanto material como inmaterial, natural e incluso digital. Y anunció que en Terrassa, a lo largo de este año, se organizarán diversas actividades (exposiciones, proyecciones audiovisuales y conferencias, entre otras iniciativas) con motivo del Año Europeo del Patrimonio Cultural. El Ayuntamiento trabaja actualmente en la elaboración del programa, que presentará próximamente.

"La cultura no tiene edad, ni territorio, es una riqueza que a veces desconocemos, incluso la que tenemos en casa. En ocasiones viene un amigo foráneo y te pide que le enseñes el patrimonio cultural de tu ciudad, y te das cuenta de elementos que quizá nunca antes habías valorado", comentó Millan.

Por eso es importante "poner sobre la mesa esta riqueza, y aprovechar este año para ello". Aún más en estos momentos en que Europa parece estar dejando de lado "los valores europeos, el alma europea. Con el Año del Patrimonio Cultural podemos comenzar a recuperarlos, porque estos valores son los que hacen no olvidar una cosa que, en el pasado, los europeos hicimos muy bien: montar ‘pollos’ que acabaron en guerras mundiales".

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