Las quejas a la sindicatura de Greuges de Terrassa, que atiende las reclamaciones de los ciudadanos frente a la administración pública, han vuelto a centrarse mayoritariamente en temas relacionados con los servicios sociales, la imposición de multas de tráfico y la grúa, así como los impuestos. Los tres bloques de quejas suman 41 casos, la mitad de todas las reclamaciones que generaron expediente durante todo el ejercicio 2017.
Así lo refleja la memoria de la Síndica de Greuges de Terrassa del pasado año, durante el cual la plaza de Síndica permaneció vacante a la espera de que se resolviera el proceso de nueva elección.
En materia de vivienda y servicios sociales, las quejas expresaban disconformidad con el trato recibido, desacuerdo con las ayudas o por no haber podido acceder al funcionario municipal responsable. También por la falta de acceso a una vivienda social, entre otras.
En total, durante el año pasado la Síndica Municipal de Terrassa recibió 82 quejas, 18 de las cuales derivó al Síndic de Greuges de Catalunya por plantear temas que no eran de su competencia. La mayoría de ellos estaban relacionados con prestaciones económicas y otras ayudas denegadas, no percibidas o sobre las que el ciudadano no recibió respuesta de la administración autonómica. Entre los expedientes que se remitieron al Síndic de Greuges de Catalunya figuran también desacuerdos con la actuación de las compañías de servicios, básicamente de telefonía.
Ente los conflictos de los egarenses con la Generalitat, destacan las quejas sobre la sanidad publica y la falta de recursos educativos, la denegación del carnet de pensionista en FGC, con la renovación del carnet de familia numerosa, el desacuerdo con la asignación de escuela o el tiempo de espera para obtener un certificado de discapacidad.
Mayoría de fallos favorables
En Terrassa, la Sindicatura abrió el año pasado 64 expedientes locales, 50 de los cuales se resolvieron entre enero y diciembre. La mayoría de ellos, 26, concluyeron con fallo favorable a la persona que formuló la reclamación y en casi todos esos casos, 21, el tema se saldó mediante conciliación entre el peticionario y la administración pública. La Sindicatura tiene la potestad de finalizar el procedimiento vía actuación intermedia, una alternativa que facilita una solución, si no perfecta, si a gusto de ambas partes.
En cinco de los 26 expedientes que concluyeron a favor del ciudadano, el Ayuntamiento recibió un toque de atención de la Sindicatura de Greuges. Las quejas estaban relacionadas con el IBI, la grúa, un cambio de trabajador social y el empadronamiento de un mejor hijo de padres divorciados.
Un patrón similar
En 22 casos, las quejas fueron desestimadas al comprobar la Sindicatura que el Ayuntamiento había actuado correctamente y dos ciudadanos acabaron desistiendo de su reclamación.
Los agravios planteados por la ciudadanía a la Síndica siguieron en 2017 un patrón similar al de anteriores ejercicios. Predominan los enfados con servicios sociales, las quejas por la falta de respuesta de la administración, los desacuerdos con las multas, con notificaciones no recibidas, así como quejas por temas de vivienda y reclamaciones patrimoniales. La lista la completan un reguero de indignados con la situación del arbolado, la señalización, el padrón, el alumbrado, las deposiciones de los perros, los contenedores, los ruidos y las becas de comedor.
Durante el pasado año la oficina de la Síndica registró un elevado nivel de cumplimiento de expedientes. Sólo 14 de las 64 quejas locales que se formularon y tramitaron siguen pendientes, 8 de ellas a la espera de resolución por parte del Síndic de Catalunya y 6 sujetas a informe municipal.
Durante el año pasado el total de los casos que gestionó la Sindicatura de Greuges de Terrassa alcanzó la cifra de 545 actuaciones. La gran mayoría de ellas, 390, se resolvieron mediante consultas y asesoramientos. Finalmente no generaron la apertura de expediente.
Además de las 82 quejas presentadas durante el pasado año, el equipo de la Sindicatura realizó el seguimiento de 68 expedientes abiertos con anterioridad y concluyó cinco quejas formuladas en 2016.