Un nivel alto de succinato, una molécula que producen algunas bacterias de la flora intestinal, podría ser la responsable de las alteraciones del metabolismo propias de la obesidad.
Así lo determina un estudio del Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabates y Enfermedades Metabólicas (CIBERDEM) y el Instituto Pere Virgili (IISPV) de Reus (Tarragona).
El estudio científico es muy importante porque abre nuevas vías para explorar terapias relacionadas con la flora intestinal, para combatir la obesidad y otras enfermedades asociadas como la hipertensión, la diabetes tipo 2 o cardiovasculares, como ha informado el CIBER en un comunicado.
La investigación realizada en Barcelona y con unos resultados de gran trascendencia para la comunidad médica ha descubierto que los pacientes con obesidad presentan niveles altos de succinato en sangre, lo que produce una inflamación crónica, la base de las alteraciones del metabolismo que acontecen en la obesidad.
"El trabajo ha permitido identificar las cepas bacterianas específicas que pueden ser la base para el tratamiento de la obesidad y enfermedades asociadas" han explicado los líderes del estudio, Joan Vendrell y Sonia Fernández-Veledo.
En esta relevante investigación han colaborado los centros el Hospital Universitario Joan XXIII de Tarragona y el Instituto de Salud Carlos III, y se ha publicado en la revista ISME Journal